octubre 30, 2010

113 / Ecos del taller de Legos en Morfología


El taller del sábado 23 en la FADU (ver nota anterior en este blog) fue muy intenso. Los participantes experimentaron sobre el desarrollo en equipos de una bio-forma sintética —en este caso inspirada en el mundo animal—, articulada, con capacidad de movimiento: Aquí publicamos extractos de algunos testimonios:

“A mí el taller me pareció una actividad genial, sinceramente me quedé con ganas de más (...)  Me resultó muy llamativo y me quedó resonando el hecho de que  cambiando un par de piezas o invirtiéndolas se podía solucionar una articulación de la bio-forma (...) pero que se puede aplicar a todo: un simple movimiento y puede producirse algo totalmente distinto y mejor...”  [Rocío]

“(...) me sirvió mucho lo que decía Horacio sobre el tema de que, para diseñar algo uno tiene que ver que es lo que tiene, clasificarlo para poder verlo ‘mejor’ y después ponerse a diseñar, (...) terminar, mirar lo que hiciste y fijarte que cosas podes cambiar, o poner las cosas en otro lado o en otra posición para que todo (...) se acerque a la idea que uno tiene en la cabeza.” [Elías]

“El taller fue increíble. Me encantó volver a mi infancia pero con una mirada nueva y súper práctica sobre mis intereses de hoy en diseño.” [Carolina] 

Teniendo en cuenta el porcentaje de modelos que no se ajustaban a la consigna desde lo que proponían como ‘idea’ (no como resolución), creo que el resto se encaminó rápidamente al objetivo por tratarse de una consigna simple y directa: crear una bio forma ....y solo bastó con explicar mínimamente el concepto de bio-forma. (...) Luego los ajustes y detalles finos, aparecieron en las etapas siguientes, pero para arrancar el trabajo fue suficiente un dato mínimo: desarrollar una bio-forma. [Leonardo]

“¡Por un momento sentía que de ver tanto, ya no veía nada!” [Rocío]

“Si conociera todas las piezas podría sacarle muchisimo más jugo al material. Eso fue lo que nos pasó en la segunda bio-forma. Como que todos vimos el trabajo de los demas, hubo un boom de informacion e ideas de lo que podriamos llegar a hacer nosotros, entonces el salto que dimos fue tremendo. (...) Fue muy interesante en el sentido de como encarar un proyecto de lo que sea, teniendo un caos de herramientas enfrente tuyo y de eso llegar a obtener una pieza armónica.” [Federico] 

“El juego da la posibilidad de armar y desarmar: de forma inmediata se pueden observar los resultados y verificar el progreso. Esto lo hace muy dinámico y nos ofrece muchas posibilidades (¡infinitas!) como diseñadores.  [Martín]

En un momento nosotros resolvimos una doble articulación con algunas piezas, y luego Horacio intervino mostrándonos otras piezas que se ajustaban más a la idea que pretendíamos desarrollar (...) Esa intervención dejó a la vista la importancia del conocimiento previo del material para poder idear técnicas o estratégias que simplifiquen las formas finales y pienso que eso sólo se logra con muchas horas de práctica y observación. [Leonardo]

Yo nunca había utilizado los ladrillitos y no imaginaba la variedad de piezas que había, así que varias veces teníamos que buscar la pieza correcta en una bandeja que contenía cientos (...) eso ayudó a trabajar por objetivos y nos obligó a saber qué era lo que buscábamos con la mayor exactitud posible. [Mariela] 

octubre 18, 2010

112 / Taller de Legos en Morfología: Sábado 23

Estamos organizando un nuevo taller experimental —recomendado especialmente para los alumnos de nivel 1, en vista del comienzo del último TP (“Juego”)— a partir del trabajo con ladrillos Lego. El mismo será dictado por Wainhaus y tendrá lugar el sábado 23 de octubre de 9.30 a 12.30 hs. en espacio a determinar. Las vacantes están limitadas a 30 participantes, que tendrán miles de ladrillos a disposición. [En la foto: una de las propuestas resultantes de un taller anterior]
El taller es gratuito, pero sugerimos colaborar con $ 15.- para comprar una importante cantidad de ladrillitos, que se enviarán a la escuela de Abra Pampa, en nuestra Puna. Si estás interesado en la propuesta, podés preinscribirte en la lista que tienen los docentes.

/De la presentación
(...) El nombre Lego fue acuñado en 1934 por Ole Christiansen a raíz de la expresión danesa leg godt, que significa juega bien. Desde su aparición —en 1949—, los ladrillos Lego han sido considerados una invaluable ayuda para educadores gracias a su capacidad para desarrollar las habilidades ideativas y para la resolución de problemas (...)
Si querés averiguar más sobre Lego entrá en www.lego.com, o en el artículo desarollado por Wikipedia.

septiembre 04, 2010

111 / Brevis, una nueva revista digital

Recientemente ha aparecido Brevis, una nueva publicación digital de la Sociedad Argentina de Estudios Morfológicos (SEMA). Brevis se puede bajar de www.sema.org.ar (sección Actualidad/Novedades) en formato pdf e intenta ser un medio ágil, de sencilla lectura, pensado para exponer el ideario e intereses de quienes estudian el campo de la forma.
Con un comité editorial internacional y dirigida por Horacio Wainhaus, Brevis presenta —en su sección “Lecturas”— artículos de Patricia Muñoz, Claudio Guerri, Ricardo Conde, César Pereyra, Lautaro Sacramento/Juan Ferreyra, Guadalupe Granero, Edith Strahman, Carlos Prause, Homero Pellicer, Clara Ben Altabef, Sergio Fernández, Alejandro Abaca, Horacio Wainhaus y Carla Antonini. En la sección “Clásicos” Brevis publica un texto de Montesquieu. Además, la publicación cuenta con otras cuatro secciones: “Cruces”, “Reseñas”, “Novedades” e “Imago brevis”. El mes pasado Brevis se presentó en las Jornadas de SEMA en la Universidad Nacional de Córdoba y próximamente se hará lo mismo en Buenos Aires (FADU/UBA).

agosto 30, 2010

110 / Ars Heuristica, ahora en twitter

Ahora en twitter (http://www.twitter.com/arsheuristica)es posible seguir breves posts derivados del libro aparecido en 2009. Ars Heuristica también continúa en formato blog: (http://arsheuristica.blogspot.com). Incluye comentarios, entrevistas y el análisis de algunos tópicos incluidos en el libro, a modo de puente entre el autor y sus lectores.

agosto 15, 2010

109 / Alexander Kluge

Dijo de él Susan Sontag: “Novelista, cuentista, director de cine, rumiante empedernido, cronista, productor de radio y televisión, pedagogo, pensador político y social: Alexander Kluge es una figura gigante de la cultura alemana. Junto con Pasolini, representa lo más vigoroso y original de la idea europea del artista como intelectual, el intelectual como artista, que floreció en la segunda mitad del siglo XX. Unos cuantos de sus muchos libros y películas son logros brillantes, esenciales”.
Colaborador de T.W. Adorno en su juventud, Alexander Kluge comenzó su carrera cinematográfica como asistente de Fritz Lang para luego concibir, organizar y dirigir (a partir de 1962) el primer Departamento de Cine en la Escuela de Diseño de Ulm, cuyo programa retomaba el credo crítico y estético de la escuela de Frankfurt. Kluge, redactor —y uno de los ideólogos— del manifiesto de Oberhausen (1962), que estableció los fundamentos estéticos y productivos que permitieron el surgimiento del Nuevo Cine Alemán de Wim Wenders y Werner Herzog.

Sucede que por estos días, Kluge es noticia en Buenos Aires. A partir del 20 de agosto se exhibirá la versión completa —casi diez horas— de
Noticias de la Antigüedad Ideológica. Marx -Eisenstein-El capital, una monumental obra que se proyectará en tres programas diferentes en la sala Lugones del Teatro San Martín. El objetivo del film de Kluge es mayúsculo: volcar en imágenes fílmicas Das Kapital de Karl Marx, seguramente el tratado económico-político más influyente del siglo XX, retomando—y dialogando con ese antecedente— el fallido intento de Sergei Eisenstein a principios de los años treinta. El proyecto del realizador soviético jamás se concretó, pero Kluge relató que “el plan de Eisenstein me conmovió tanto que quise rendirle un pequeño tributo”. Así, la brillante propuesta del cineasta alemán hilvana un heterogéneo universo a través de los más variados recursos: intertítulos tipográficos, momentos de cine mudo, entrevistas con escritores o poemas leídos de Brecht o variados fondos de música noise en un abordaje joyceano en el que se hace presente el mismo autor del Ulises.
Además, el jueves 19 de agosto a las 19.30 hs. se presenta en el instituto Goethe su execelente libro
120 historias del cine (Buenos Aires: Caja Negra, 2010). Los relatos que componen el volumen, “parciales y subjetivas” según advierte el propio Kluge, tratan acerca de la edad temprana del celuloide –el cinéma impur— “de los tiempos en los que la imagen cinematográfica combinaba elementos del teatro, las artes plásticas y la literatura–, de la azarosa separación entre cine documental y de ficción, y de cómo el sol, a través de su juego de luces, fue quizás pionero del cine de autor”.

108 / Geometría: Albers, Bill y compañía

Se acaba de inaugurar Geometría en el siglo XX, una selección de 100 importantes obras pertenecientes a la Daimler Art Collection. La exposición —en el MALBA de Buenos Aires— está organizada en torno a cuatro grandes núcleos temáticos: Modernismo clásico, Vanguardia Zero, Minimalismo en Europa y América, y Forma, línea, espacio e incluye, entre otros, célebres trabajos de Josef Albers, Oskar Schlemmer, Hans Arp, Max Bill, George Vantongerloo, Johannes Itten, Camille Graeser, Mathias Goeritz y Joseph Kosuth.

Dice Renate Wiehager —Directora de la Daimler Art Collection y curadora de la muestra—, que “la idea inicial de esta exposición es presentar los conceptos pictóricos de la reducción formal y la abstracción geométrica –ambos como fenómenos artísticos independientes– junto al arte minimalista clásico. Continúa explicando que los desarrollos europeos y americanos no se analizan separadamente. La tesis es que existe una historia de influencias por descubrir que comienza con la ‘emigración’ de la Bauhaus y el constructivismo en la década del 30 y su recepción en los Estados Unidos, continúa con las profundas discusiones entre artistas europeos y sudamericanos y se prolonga en el arte contemporáneo”.

[Imagen: Mesas nido (1926-27), de Josef Albers. Pintor alemán-americano y profesor de arte (Bottrop, Alemania, 1888-New Haven, Connecticut, EE. UU., 1976). Su obra más temprana, las Mesas nido —que diseñó en la década de los años veinte, en la misma época en la que fue director del taller de muebles de la Bauhaus (1928/29)— sigue el mismo principio que sus pinturas, es decir, alcanzar “la máxima utilidad con los mínimos medios”.]

agosto 13, 2010

107 / Gorki y el Cinematógrafo Lumière

En julio de 1896, el escritor ruso Máximo Gorki (1868-1936) descubre el Cinematógrafo de los hermanos Lumière en la feria de Nijni-Novgorod, y le consagra dos artículos. El primero (firmado I. M. Pacatus) es especialmente revelador. Hay algo de fastasmagórico en la descripción —escribe David Oubiña en Una juguetería filosófica (Buenos Aires: Manantial, 2009)— pues “el mundo de la pantalla parece habitado por zombies. Como si, por el hecho de registrarlo, la cámara lo dejara exangüe o como si las imágenes pudieran capturar las formas pero a costa de absorber toda la vitalidad”. A continuación reproducimos el texto de Gorki, traducido de Le cinéma: naissance d’un art (1895-1920), de Daniel Banda y José Moure (Paris: Flammarion).

Ayer estuve en el reino de las sombras. Si supierais hasta que punto es aterrador… Allí no existe ni el sonido ni el color: todo, la tierra, los árboles, los hombres, el agua y el aire, todo tiene allí un color gris uniforme. En el cielo gris, rayos de sol grises; en los rostros grises, ojos grises. Y hasta las hojas de los árboles son grises como la ceniza: no es la vida, sino una sombra de vida. No es el movimiento, sino una sombra de movimiento, desprovista de sonido. Me explicaré, so pena de que se me tache de simbolista o de loco. Estaba en el recinto de Aumont y asistía a una sesión del Cinematógrafo Lumière (las fotografías animadas). La impresión que producen es tan poco común, tan original y compleja que me resulta difícil transmitir todos sus matices. Intentaré de cualquier modo expresar lo esencial.Cuando la luz se apaga en la sala donde se presenta la invención de los Lumière, aparece en la pantalla un gran cuadro gris, una “Calle de París” que tiene la textura de un grabado de mala calidad. Contemplándolo, se observa gente inmóvil en actitudes diversas, coches, casas, todo gris, hasta el cielo es gris. No es de esperar nada original de una vista tan tópica, pues cuántas veces hemos visto imágenes de calles de Paris como ésta… Pero de repente, un extraño temblor invade la pantalla y el cuadro cobra vida. Más tarde, la perspectiva, los coches que vienen directos hacia mí, hundiéndose en la oscuridad en la que nos hallamos sumidos, la gente que aparece a lo lejos y aumenta de tamaño a medida que se aproxima. En el primer plano, unos niños juegan con un perro, unos ciclistas pedalean a toda velocidad, los peatones cruzan la calle: todo se mueve, vive, bulle, se dirige hacia el primer plano del cuadro para desaparecer en alguna parte del más allá. Y todo sucede sin ruido, en silencio: es tan extraño… No se escuchan ni las ruedas contra la calzada, ni el murmullo de los pasos, ni las conversaciones, nada, ni una sola nota de esta compleja sinfonía que siempre acompaña el movimiento de los hombres. Sin ruido, el follaje gris ceniza de los árboles se agita al viento y las siluetas grises de los hombres, como si fueran sombras, se deslizan en silencio sobre la superficie del suelo gris, alcanzadas por un maleficio y cruelmente condenadas al silencio, privadas de todos los matices, de todo el colorido de la vida. Sus sonrisas están muertas, aunque sus movimientos estén llenos de una energía viva, de una inalcanzable velocidad; su risa es silenciosa aunque podamos ver cómo se contraen los músculos sobre los rostros grises. Una vida que bulle ante los ojos, a quien han despojado de palabra y a la que han quitado el ornamento del color: una vida gris, silenciosa, abatida, lamentable, como desposeída de todo. Asusta verla, con su movimiento de sombras y sólo sombras. Hace pensar en los fantasmas, en los crueles y malditos hechiceros que sumergen en el sueño a ciudades enteras, tanto que creeríamos estar presenciando una broma pesada de Merlín: él es quien ha embrujado una calle entera de París, encogiendo los altos edificios desde la base hasta el tejado en la medida de una archina [nota: antigua medida delongitud equivalente a 71 cm] , ha reducido a los hombres, les ha privado de palabra, ha recogido todos los colores del cielo y de la tierra y los ha convertido en esa tinta gris uniforme, y bajo esa forma, ha colocado la broma en el nicho de una sala oscura de restaurante. Pero de repente, se oye un crujido. Todo desaparece y en la pantalla aparece un ferrocarril. Se lanza hacia usted como una flecha, ¡cuidado! Parece que va a precipitarse sobre la oscuridad y nos convertirá en un saco de piel despedazada, repleto de carne magullada y de huesos triturados, se diría que va a destruir , a reducir a polvo esta sala, este establecimiento lleno de vino, mujeres, música y vicio.

Pero también no es más que un tren de sombras. Silenciosamente, la locomotora desaparece más allá del marco de la pantalla. El tren se detiene, siluetas grises descienden de los vagones sin hacer ruido, se saludan en silencio, ríen, corren, se agitan, se emocionan sin emitir un sonido… antes de desaparecer. Y he aquí un nuevo cuadro: tres hombres, sentados en torno a una mesa, juegan a las cartas. Los rostros tensos, los movimientos de manos que reparten las cartas son rápidos, la avidez de los jugadores se lee en sus dedos temblorosos, en los músculos de sus rostros. El juego… los tres se echan a reir, y el camarero que les ha servido una cerveza, se ha quedado de pie cerca de la mesa, también ríe. Parece que van a reventar de la risa pero no se escucha un sonido. Se diría que esos hombres están muertos y sus sombras han sido condenadas a jugar a las cartas en silencio hasta la eternidad. (…) Esta vida gris y silenciosa termina por trastornarnos y oprimirnos; se tiene la impresión de que contiene una advertencia cuyo significado se nos escapa, pero es lúgubre y la angustia oprime al corazón. Poco a poco uno olvida quien es, extrañas imágenes aparecen en la mente, la conciencia se nubla, se perturba… Pero de repente se escucha alrededor una provocadora risa femenina, voces burlonas … y de repente uno recuerda que está en el lugar de Aumont, de Charles Aumont. Pero, ¿por qué ha encontrado asilo precisamente aquí esta extraña invención de los Lumière? Una vez más, aporta la prueba de la energía y de la curiosidad del espíritu humano que eternamente busca saber todo, comprender todo. Y en el paso, ¿qué traerá el éxito de Aumont mientras el invento se encamina al descubrimiento de los misterios de la vida? No percibo la importancia científica del invento de los Lumière, pero sin duda existe y podrá contribuir al fin último de la ciencia, mejorar la vida del hombre y desarrollar su espíritu. No es el caso de Aumont, donde sólo se anima y se prodiga el vicio. ¿Por qué en ese lugar , entre las “víctimas del temperamento de la sociedad” y los juerguistas, que han venido a comprar besos? ¿Por qué se muestra aquí el último descubrimiento de la ciencia? Pronto se perfeccionará el invento de los Lumière, pero será siguiendo el carácter de Aumont, Toulon y compañía. Hasta el momento, además de las vistas mencionadas, también se ha mostrado el “desayuno en familia”, una escena idílica de tres personajes: una pareja joven y su primer bebé desayunan juntos. Ellos están tan enamorados, tan encantadores, alegres, felices, y su bebé es tan divertido… El cuadro transmite una impresión muy hermosa. Pero ¿hay sitio para esta escena en el negocio de Aumont? Y otra: mujeres trabajadoras, en una multitud alegre y sonriente, salen de una fábrica. Tampoco hay sitio para esta escena en Aumont ¿Por qué recordar aquí que una vida pura, laboriosa, es posible? Es inútil. En el mejor de los casos, este cuadro lo único que conseguirá es herir a la mujer que vende sus besos, eso es todo. Estoy convencido que pronto esos cuadros serán reemplazados por otros cuyo género estará en consonancia con el tono general del café concierto. Por ejemplo, veremos “Madame se desnuda”, “Akoulina saliendo del baño”, “Madame se pone las medias”. Asimismo, se podrá fotografiar una bronca entre un marido y su mujer en Kanavino y presentarlo al público con el título “Placeres de la vida conyugal” Sí, eso es lo que pasará. Lo bucólico y lo idílico no tienen lugar en esta gran feria rusa que sólo sueña con la indecencia y la extravagancia. Aún podría proponer algunos temas para ayudar al Cinematógrafo, con el fin de distraer al público de la feria: por ejemplo, someter a uno de esos dandis a un empalamiento a la turca, y una vez fotografiado, hacer la presentación.

julio 06, 2010

106 / La Forma según Adorno

Tal como se la encuentra, la forma constituye una dimensión en la que no se atiende a las demás: en música a la de la sucesión temporal (como si la simultaneidad y la pluralidad de tonos aportasen menos a la forma), o en pintura, donde la forma se aplica a las proporciones entre espacio y superficies, a costa de la función creadora de formas de los colores.

Frente a todo esto la forma estética es la organización objetiva de cada uno de los elementos que se manifiestan en el interior de una obra de arte como algo sugerente y concorde. Es la síntesis no violenta de lo disperso, que conserva sin embargo como lo que es, con sus divergencias y sus contradicciones y es así realmente un despliegue de la verdad. Como unidad impuesta, precisamente en cuanto impuesta, es la suspensión de sí misma; le es esencial ser interrumpida por lo otro respecto de ella; es propio de su concordia el no ser concorde. En su relación con lo otro que ella misma, cuya extrañeza atenúa y sin embargo conserva, representa lo antibárbaro en arte; por la forma participa en la civilización, a la que la crítica mediante su misma existencia. Ley de la transfiguración de lo existente, representa, frente a ello, la libertad. Es la secularización del método teológico de la semejanza con Dios, pero no es creación, sino proceder humano objetivado que imita la creación; no procede de la nada, sino de lo creado. Se impone la metáfora de que la forma en las obras de arte es todo aquello en lo que la mano dejó la huella al pasar. Es el sello del trabajo social, radicalmente diferente de los procesos empíricos de conformación. Lo que aparece como forma ante los ojos de los artistas se puede dilucidar sobre todo en contrario, como repulsión contra todo lo que en la obra está sin filtrar, contra los complejos de colores que sencillamente están ahí, sin tener sin tener en sí vida ni articulación. Es la rebeldía contra la secuencia musical sin razón de ser, contra todo lo precrítico.

La forma y la crítica son convergentes. Forma es lo que hace que las obras de arte se presenten como críticas en sí mismas, lo que en las obras se rebela contra aquello que las acomete desde fuera es el auténtico soporte de la forma, y el arte queda negado cuando se hace la teodicea de la informe, por ejemplo, bajo los nombres de lo musicante o lo comediante. Por sus implicaciones críticas la forma es la que deshace las prácticas y las obras del pasado. La forma contradice la concepción de la obra de arte como algo inmediato. Como en las obras es ella la que las hace ser obras de arte, se identifica con su carácter mediato, con esa reflexión subjetiva sobre sí misma que la constituye. Es ella misma mediación como relación de las partes consigo mismas y con el todo y como conformación de los detalles. La alabada simplicidad de las obras de arte se manifiesta, bajo este aspecto, como lo contrario del arte. Lo que, no obstante, se manifiesta en ellas como intuitivo e ingenuo, su constitución como algo concorde consigo mismo, sin hiatos y ofrecido por tanto inmediatamente, se lo debe a su carácter mediato. Sólo por esto pueden tener carácter de signos y sus elementos hacerse tales. En la forma se resume cuanto hay en las obras de semejante al lenguaje y por su medio desembocan en la antítesis de la forma, en el impulso mimético. La forma pretende hacer que la particularidad, a través del todo, tenga su palabra. Esto constituye la melancolía de la forma en los artistas en que ella domina. Su papel es poner límites a lo formado; si no, perdería el concepto la diferencia específica con ello. Lo confirma el mismo trabajo artístico de la conformación que siempre elige, separa, renuncia: no hay forma sin rechazo. Lo dominante culpable (en la vida real) se prolonga en las obras de arte que querrían separarse de ello; la forma es su amoralidad. Las obras son injustas con lo formado precisamente porque lo siguen. La antítesis, cacareada hasta la saciedad por el vitalismo desde Nietzsche, entre forma y vida, ha percibido al menos algo de esto. El arte cae también en la culpabilidad de lo viviente no sólo porque conserva esa culpa por su distanciamiento de la vida, sino más aún porque hace cortes en lo viviente para transmutarlo en lenguaje y así lo mutila. El mito de Procrustes nos narra algo de la historia primordial del arte. Pero de esto no se sigue un juicio de condenación sobre el arte, como no se puede extender a la totalidad la culpa de una parte. Quien echa pestes del supuesto formalismo —diciendo que el arte es arte— está abogando por esa inhumanidad que él mismo reprocha en el formalismo: en nombre de cenáculos que, para conservar las riendas de sus dominios, ordenan adaptarse a ellos.

Siempre que se acusa al espíritu de inhumanidad, en la forma que sea, se está en contra de la humanidad. Sólo el espíritu tiene aprecio de los hombres porque en lugar de seguirles la corriente tal como han sido hechos, se sumerge en la realidad que les pertenece aunque les sea desconocida. La campaña contra el formalismo ignora que la forma, que penetra el contenido, es ella misma contenido sedimentado; este hecho y no la regresión a contenidos preartísticos, es lo que hace justicia a la preeminencia del objeto en el arte. Las características estéticas propias de la forma como particularidad, despliegue, solución de la contradicción e incluso la anticipación de la reconciliación por la homeostasis, se vuelven transparentes en el contenido mismo precisamente en el momento en que se han separado de los objetos empíricos. Su relación con el ámbito de lo empírico la adquiere el arte precisamente en su distanciamiento de él; en la distancia las contradicciones son inmediatas y se separan entre sí; sus mediaciones, que ya lo empírico contiene en cuanto tales, se convierten en para-sí de la conciencia sólo en ese acto del distanciamiento que realiza el arte. En esto es acto de conocimiento. Los rasgos del arte radical, por los que, como formalismo, se le ha condenado al ostracismo, proceden sin excepción de que el contenido alienta en ellos lleno de vida y no ha sido apoyado a priori desde el concepto usual de armonía. La expresión emancipada, en la que nacieron todas las formas del arte nuevo, protesta contra las expresiones románticas por su contenido protocolario, por sus formas contra corriente. Es esto lo que les ha aportado su sustanciabilidad; Kandinsky acuñó el término de «acto cerebral». Desde un punto de vista histórico-filosófico, la emancipación de la forma tiene su carácter de contenido en que rechaza cualquier atenuación del carácter extraño de las imágenes y sólo así es capaz de incorporar ese carácter, de tal modo que lo determina en su mismo carácter de extrañeza. Las obras herméticas llevan a cabo una crítica más radical de lo existente que las que, por causa de una clara crítica social, emplean la conciliación en la forma y reconocen así tácitamente el tejemaneje de la comunicación floreciente por doquier. En la dialéctica entre forma y contenido, la envoltura se pone del lado de la forma, en contra de la idea de Hegel, ya que el contenido, hacia cuya salvación se orienta, y no en último lugar, la estética hegeliana, se ha desviado entre tanto para convertirse en el vaciado de esa cosificación que le asimila al dato positivo, cosificación contra la que el arte se rebela siguiendo precisamente la doctrina de Hegel. Cuanto más profundamente se transforma el contenido experimentado hasta lo desconocido en categorías formales, tanto menos conmensurables resultan con el contenido de las obras de arte las materias menos sublimes. Todo lo que se manifiesta en la obra es virtualmente tanto contenido como forma, aunque la forma sigue siendo aquello por lo que se determina lo manifestado y el contenido lo que se determina a sí mismo. Mientras la estética estuvo lanzada a conseguir un enérgico concepto de forma buscó lo específicamente estético sólo en la forma, en contra de toda legitimidad, de la opinión preartística del arte, y trató de explicar sus modificaciones por las maneras de proceder del sujeto estético; era axiomática la concepción de la historia del arte como historia del espíritu. Pero todo cuanto se prometía de robustecimiento del sujeto por su emancipación sirvió para su debilitación al hendirlo en sí mismo. Hegel sigue teniendo razón al afirmar que los procesos estéticos tienen siempre su aspecto de contenido. Lo mismo en la historia de las artes figurativas que en la literatura se van haciendo visibles cada vez nuevos estratos del mundo exterior, y son descubiertos y asimilados mientras que otros mueren por haber perdido su capacidad artística y no excitar ya ni al último decorador de hoteles a eternizarlos por breve tiempo en sus lienzos. Recuérdense los trabajos del Instituto de Warburg que condujeron a algunos a través del análisis de motivos hasta el centro mismo del contenido artístico; en poesía el libro sobre el Barroco de Benjamin muestra una análoga tendencia, procedente quizás de la negativa a confundir intención subjetiva con contenido estético y finalmente del rechazo de la alianza entre estética y filosofía idealista. Los caracteres del contenido son sus apoyos contra la presión de la intención subjetiva.

junio 11, 2010

105 / Catálogo de juguetes

“El olor de un oso habituado a dormir en la misma cama que su pequeño amo embriaga; es el olor de ese niño y al mismo tiempo el olor universal de la infancia”, se puede leer en el texto de Sandra Petrignani. La editorial argentina La Compañía editó recientemente su Catálogo de juguetes, un libro publicado originalmente en 1988. En este libro Petrignani —una autora que tiene un destacadísimo lugar la crítica de la literatura italiana contemporánea— describe en unos sesenta breves textos los juguetes y juegos propios de los niños italianos que nacieron —como la autora— a principios de los años ’50.
Para Petrignani “hay libros que no se ajustan a la prueba del tiempo. Sobre todo, las novelas. Releer una vieja novela a menudo es insoportable para un escritor; la tentación de cambiar y reescribirla es grande. Los años pasan y uno querría expresar las mismas cosas de otra manera. Con Catálogo de juguetes, en cambio, no sucedió así. Releyendo el libro para su traducción al francés, en 1999 —ya habían pasado once años de la publicación original en Italia— me sorprendí a mí misma: sólo corregí alguna errata de imprenta, pequeñas cosas de puntuación. No necesité añadir nada”. (...) “Tengo una percepción negra de mi infancia, llena de terrores. En otros libros he escrito considerando este lado oscuro, culposo, conflictivo, también trágico. Pero el proceso de objetivación de mis emociones a través del objeto-juguete me ha permitido tomar distancia y hacer las paces con una parte de mí misma doliente y demandante. Revela Petrignani que “el juguete es inquietante de por sí, por su naturaleza, a medias entre el reino de las cosas y el reino de los ídolos. Descubrí que también tuve una infancia bella, hecha de vínculos secretos y excitantes con las cosas, de emociones escondidas y maravillosas”.
Petrignani utiliza los objetos como medio para recuperar la memoria que estaba desdibujada. Entonces, vuelve a visitarlos para explicarse algo acerca del paso del tiempo. Los juguetes son portadores de todas las significaciones posibles e intercambiables de las que se valió el hombre para resignificar continuamente su existencia. [Imagen: juguete argentino marca Matarazzo. Lata]

junio 02, 2010

104 / Nymphéas

El Museo de la Orangerie tiene dos enormes salas ovales dedicadas exclusivamente al ciclo de las Nymphéas (los “nenúfares”) de Claude Monet. Ante estos enormes cuadros —quizá como ante ninguna otra obra del arte occidental— uno tiene la impresión de poder encontrar el pleno sentido de la contemplación. Sobre todo, esta serie desarma la voluntad de construir teoría, de estudiar los recursos técnicos, de intentar análisis históricos. Sólo nos queda sumergirnos en el sereno espacio que proponen: las Nymphéas transmiten la sabiduría que parece haber incorporado el propio artista en el acto de pintarlas. Las enormes telas dialogan con la oscuridad del mundo, encontrando un punto de armonía exacta y el medio para susurrarme: “No creas todo lo que ves. Este mundo es hermoso. Yo soy ese mundo, que es hermoso. Obsérvame así, como me observó este pintor”. [Imágenes de un viaje, IV]

mayo 31, 2010

103 / El futuro del libro

La semana pasada tuvo lugar en el CCEBA (Centro Cultural de España en Buenos Aires) un encuentro denominado Rumbos de la edición, en el que participaron editoriales y directores de proyectos independientes —mayormente de Latinoamérica y España— y al que fuimos invitados para debatir sobre el tema y exhibir los trabajos sobre libros experimentales desarrollados en la Cátedra de Morfología durante 2007, 2008 y 2009. El eje del debate pasó por considerar los importantes cambios culturales que supone la digitalización de todos los procesos de la edición y que, como indicaba la convocatoria, “nos acercan preguntas, dudas e interrogantes sobre el futuro de prácticas y sobre todo las respuestas que los editores contemporáneos deberán cimentar”.
El encuentro se filmó y se transmitió vía internet a España. Paralelamente a estas tres jornadas de trabajo —coordinadas por Gustavo López— se desarrolló una muestra de variadas propuestas editoriales que desde hace años tratan de ampliar el campo de la edición (en los
originales formatos, a través de uso de materiales no habituales o mediante redes de producción-difusión alternativas).

Fueron de la partida Ediciones Álbum del Universo Bakterial de Lima /Perú. Revista La Lata de Albacete / España. Proyecto Edición de Pontevedra / España. Editorial Clase Turista de Buenos Aires / Argentina. Revista La mas Bella de Madrid / España. Editorial Eloisa Cartonera de Buenos Aires / Argentina. Catapulta de Santiago / Chile. Ediciones VOX de Bahía Blanca / Argentina. Revista Interrup/ciones de San Luis / Argentina. La pluma eléctrica de Madrid / España. Revista Oxid de Berlín / Alemania. Artedos de Bogotá / Colombia. Proyecto Trino de Médanos / Argentina. Perceval Press de Los Ángeles / USA. Stonehenge de Londres / Inglaterra y Ediciones Urania de Buenos Aires / Argentina.

Vale la pena bucear en la web algunos de estos proyectos. Ampliaremos.

mayo 01, 2010

102 / Sobre bitácoras: Be a Nose x Art Spiegelman

En 1984, el creador de historietas Art Spiegelman recibió un Pulitzer por Maus -que probablemente sea uno de los relatos más conmovedores que se han hecho sobre el Holocausto-. Nacido en Suecia pero de origen estadounidense, la extensa carrera de Spiegelman comprende entre otras obras, la autobiográfica Breakdowns, el grotesco Garbage Pail Kids y también In the Shadow of No Towers, una historieta sobre el11 de septiembre neoyorquino.

Spiegelman es uno de los autores que sentaron las bases de la revolución del lenguaje de los cómics. Acaban de publicarse, bajo el título de
Be a nose, tres de los cuadernos de bocetos de Spiegelman. Estos cuadernos nos llevan a la intimidad de su universo creativo: la lectura produce una fascinación similar a la que uno tendría al presenciar el ensayo de una buena banda o pasar el rato en el atelier de un pintor mientras éste trabaja.

Entrevistado por Angelique Chrisafis, declara Spiegelman: “En estos pedazos de papel no existe la presión de crear una obra y los resultados rebosan una vida que no puedo transmitir en mis obras acabadas” (...) “Luego, lo que hago es cubrir mis huellas, disfrazo mis demonios antes de que éstos se enfrenten con el público”. (...) “Tengo un enorme respeto por los libros, de modo que dejar una marca en un libro me parece una especie de violació. Luego la neurosis se hace cargo, ya que si uno hace un buen dibujo, no quiere arruinar el libro haciendo uno malo a continuación. Por eso tengo muchos cuadernos de bocetos que sólo tienen un dibujo. Tengo un estante lleno de cuadernos así. Cuando uno hace un dibujo malo no quiere volver a ver el cuaderno nunca más. Por eso tengo muchos cuadernos de bocetos que tienen una página arrancada y en los que nunca volví a dibujar. Es muy raro que pueda ponerme a trabajar y superar todas esas extrañas inhibiciones que me fui creando.”
A Spiegelman, sin embargo, esos dibujos le gustan por su condición de “electrocardiogramas que registran el pensamiento de manera muy directa.” Publicar los cuadernos fue liberador, dice. “Cuando uno queda expuesto en toda su patética desnudez, ya no le queda nada que perder. De modo que... ¡por fin una terapia que funcionó!

El primer cuaderno,
Be, contiene bocetos correspondiente a su primer viaje a Polonia en 1978, cuando tenía 30 años. Contiene varios sueños –entre ellos la pesadilla de un lazo hecho con la carne de su padre–, así como anotaciones que se convirtieron en notas al pie para Maus. El segundo cuaderno, A (o Autofobia), es una intensa conversación consigo mismo sobre dibujar. Fue el experimento de obligarse a sentarse y dibujar todos los días en un cuaderno de bocetos en 2007. Nose, el último cuaderno de la serie, permite echar un vistazo a la faceta más plástica de Spiegelman. La mayor parte de los bocetos compilados en este cuaderno pertenecen a la época en que el autor se desempeñaba como director de Raw, una revista-ícono del cómic underground norteamericano, en la década de 1980.

abril 22, 2010

101 / Mario Merz en Venecia

En Venecia descubrimos una instalación de Mario Merz, un importante artista italiano, (1925-2003). La misma está desarrollada con tubos de neón sobre un muro cubierto de enredaderas. Allí leemos estas palabras: “Se la forma scompare la sua radice e Eterna”. “Si la Forma desvanece su raíz es eterna”. Nos quedamos pensando. [Imágenes de un viaje, III]

abril 11, 2010

100 / El Café San Marcos de Trieste

Puede leerse en Microcosmos, del triestino Claudio Magris: “Las máscaras están arriba, sobre el mostrador de madera negra taraceado que procede de la afamada carpintería Cante —afamada tiempo atrás, por lo menos— pero en el Café San Marcos los reconocimientos y la fama duran un poco más; incluso la de quien, como único título para ser recordado, puede alegar solamente —aunque no sea poco— el hecho de haber pasado años sentado a esas mesitas de mármol con el pie de hierro colado, que acaba en un pedestal apoyado sobre garras de león y de haber dado de vez en cuando su opinión acerca de la adecuada presión de la cerveza y del universo. (...) En el Café el aire está velado, protege de las lejanías. (...) El San Marcos es un verdadero Café, periferia de la Historia caracterizada por la fidelidad conservadora y el pluralismo liberal de sus parroquianos.” [Imágenes de un viaje, II]

abril 10, 2010

99 / La librería del poeta Umberto Saba en Trieste

Hace años que abandoné toda pretensión de exactitud. Desde entonces viajo con fervor creciente hacia el territorio de lo impreciso. Trato de mudar de estilo y de razones, como supo escribir Lope de Vega. Es un recorrido muy largo que no da lugar al aburrimiento, porque uno nunca sabe la distancia que hay entre las estaciones ni el tiempo que va a estar detenido en ellas, a pesar de lo cual el viajero intuye, entre la neblina que suele acompañarlo, el sereno paisaje, la sensación de estar avanzando firmemente aún detenido, la geografía del destino. [Imágenes de un viaje, I]

marzo 25, 2010

98 / Venecia en abril

La imagen de Surface Tension, una impresionante instalación del artista mexicano Rafael Lozano-Hemmer encabeza la convocatoria al IX Congreso de la Asociación Internacional de Semiótica Visual (AISV). El encuentro se realizará en Venecia del 13 al 16 de abril de 2010 en la sede del muy prestigioso Instituto Universitario de Arquitectura (IUAV) y tiene como título Retórica de lo visible.

En Venecia, donde se presentarán más de 100 trabajos de 25 países, han comprometido su participación importantes figuras de este campo disciplinar (entre otros Umberto Eco, Paolo Fabbri, Santos Zunzunegui, Omar Calabrese y Gui Bonsiepe).

En ocasión de la convocatoria al congreso, el comité científico planteó algunas preguntas que han orientado en los últimos tiempos la reflexión de los disertantes: ¿Qué medios tiene a disposición la semiótica –y de cuáles se puede dotar– para afinar el análisis de la imagen como articulación de las estrategias discursivas? ¿De qué manera puede distinguir, en lo visual, el arte de la argumentación –por vía inferencial o a través de estructuras narrativas y figurativas– de las figuras retóricas? ¿Cómo valida la presencia y los poderes en las actividades científicas políticas, históricas y religiosas? ¿Qué luz puede arrojar sobre la manipulación de las creencias, sobre las prácticas de valorización y de menosprecio en las culturas?

[Nosotros también estaremos en Venecia, a través de una presentación denominada Del objeto visible a la visualidad de acontecimiento, un trabajo que intenta articular las relaciones entre Morfología, Heurística y Retórica. Y parte del desarrollo está focalizado en algunas de las prácticas que realizamos habitualmente en Morfología I y II.]

marzo 23, 2010

97 / Principio sobre los principios

Referencias sobre algunas ideas desarrolladas en torno a la palabra Principio en la clase teórica inaugural (23 /03 /10):

A.
Sobre El mito de Sísifo, escribe Albert Camus: “Veo a ese hombre volver a bajar con paso lento pero igual hacia el tormento cuyo fin no conocerá. Esta hora que es como una respiración y que vuelve tan seguramente como su desdicha, es la hora de la conciencia. En cada uno de los instantes en que abandona las cimas y se hunde poco a poco en las guaridas de los dioses, es superior a su destino. Es más fuerte que su roca. Si este mito es trágico, lo es porque su protagonista tiene conciencia. ¿En qué consistiría, en efecto, su castigo si a cada paso le sostuviera la esperanza de conseguir su propósito? El obrero actual trabaja durante todos los días de su vida en las mismas tareas y ese destino no es menos absurdo”.

B. Sobre la frase “No nos quedan más principios” (George Steiner en Gramáticas de la creación),
comenta Graciela Speranza: ¿Es posible la creación en una cultura en que la muerte se ha banalizado y en la que “el eclipse de lo mesiánico” resiente la imaginación del futuro? En realidad, no es más que un nuevo argumento con el que volver a exaltar la ambición de trascendencia de las grandes creaciones filosóficas y poéticas de la cultura centroeuropea, una tarea que anima toda la obra de Steiner”.

C.
El Universo o Realidad y yo nacimos el 1 de junio de 1874 y es sencillo añadir que ambos nacimientos ocurrieron cerca de aquí y en una ciudad de Buenos Aires. Hay un mundo para todo nacer, y el no nacer no tiene nada de personal, es meramente no haber mundo. Nacer y no hallarlo es imposible; no se ha visto a ningún yo que naciendo se encontrara sin mundo, por lo que creo que la Realidad que hay la traemos nosotros y no quedaría nada de ella si efectivamente muriéramos, como temen algunos.” (Macedonio Fernández, en una suerte de autobiografía).

D. Hablamos también sobre las aperturas en el ajedrez y su analogía con los procesos de diseño. Sobre el tema, escribe Chernev:
“En el ajedrez un maestro debe jugar la apertura como un libro, el medio juego como un mago y el final como una máquina”. Nuestro Ezequiel Martínez Estrada relata una experiencia personal: (...) allá por las tierras del sur, me encontré de pronto con que los signos de la partida se me habían revelado por arte de magia y que me era posible, desde ese instante, reproducirlas. Cuando lo vi por primera vez, tuve la impresión de que le debía yo grandes y bellas horas de emoción. Aun todavía quedan asociados en mí su nombre y el ajedrez escrito, como el de un maestro que me hubiese enseñado a descifrar una incógnita de la naturaleza”. Hay textos de Martínez Estrada y Steiner sobre Ajedrez en la sección Lecturas del sitio principal de Morfología (PDF)

E.
La imagen de
Ouroboros —la serpiente que se muerde su propia cola— expresa la unidad de todas las cosas, (materiales y espirituales), que no desaparecen sino que cambian de forma en un ciclo eterno de destrucción y nueva creación.
Ouroboros representa la infinitud y está asociada a la idea de eterno retorno.

F.
Y cerramos el capítulo con una maravillosa frase de Groucho Marx sobre el tema: “Soy un hombre de principios, pero si no le gustan, tengo otros”.
 

febrero 26, 2010

96 / Sin límites para el pensamiento

Con este título, y firmado por Flavia Costa, ñ (la revista de cultura del diario Clarín de Buenos Aires) publica en su edición 335 del sábado 27 de febrero un artículo sobre Ars Heuristica que reproducimos a continuación:

Ensayo / El arquitecto Horacio Wainhaus desarrolla el concepto de heurística, el arte de la invención y la libertad.

El término “heurística” comparte la etimología con “eureka”, y se suele asociar al arte y la ciencia del descubrimiento y la invención, así como al de la formulación y resolución de problemas. Su principal objetivo es la búsqueda, no tanto de lo “verdaderamente nuevo”, sino de las condiciones para la ocurrencia de algo capaz de modificar lo existente. El asunto, enormemente atractivo, casi no tiene una “literatura específica” —el clásico del matemático húngaro George Pólya, la compilación El concepto de heurística en las ciencias y las humanidades de Ambrosio Velasco Gómez, Heurística del diseño de Gastón Breyer y poco más para quienes no se ocupan del término en el sentido técnico de la informática.

Conocido por su investigación en el area de Morfología de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA, el arquitecto y diseñador Horacio Wainhaus, se sumó hace más de una década al Gabinete de Heurística reunido en esa facultad en tomo a la figura de Breyer. El ejercicio continuo de un pensar hacer al mismo tiempo riguroso y poético, metódico y vital, ha quedado ahora plasmado en este pequeño tratado, donde ya desde la forma —161 textos breves, numerados, que pueden leerse de manera autónoma o como series cortas— queda manifiesta la magnitud de la tarea: mostrar antes que decir; señalar un camino donde las huellas, más que pasos a seguir, son los enigmas que la experiencia ha prodigado, juegos de palabras, aperturas.

Dos ejemplos: el nº 14: “La idea de Producir queda expresada por acción de la naturaleza. La de Crear —o sea: establecer, fundar, introducir por primera vez algo, por la idea de Dios” . El nº 22: “Sorprendemos de que una cosa sea como es solamente tiene sentido si podemos imaginárnosla no siendo como es”. Para crear o descubrir sus aforismos, Wainhaus echa mano a fuentes muy variadas: desde patafísica y filosofia de la técnica hasta estética, teoría de sistemas y budismo zen; desde filósofos como Leibniz, Wittgenstein, Canetti (“Nubes de palabras usadas, ¿qué lluvia van a dar?”, nº 89) hasta escritores como Macedonio, Auden, Bashô, Georges Perec, Thomas Mann (“Si fuera posible representar de antemano todas las posibilidades y dificultades de una obra, si uno conociera la voluntad de ésta —a menudo muy distinta de la del autor— probablemente renunciaríamos y no tendríamos siquiera el valor de comenzar”, nº 125).


La lectura del conjunto provoca un placer burbujeante que no es nada fácil de encontrar en el género “tratado” o “manual”. En parte, porque lo motiva una ambición paradojal: los esbozos de un método para lo que nunca ha sido, lo “nuevo” ”categoría filosa, acechada por dos peligros: la falsificación perezosa y la innovación irrelevante— y porque el texto es realmente delicado.

Existe la “pulsión heurística”? Ars Heuristica no lo responde, pero “eso” también inspira este libro: el impulso de inventar la manera de decir lo que se cree haber entendido. Sí, existe. Y es en cada uno esa parte que puede no concordar con el resto de nuestras vidas. A la posibilidad de dejar de coincidir con aquello que limita el pensamiento, Magritte lo llamaba libertad; Wainhaus, heurística.

La fotografía publicada en ñ fue tomada por Enrique Muñõz García [—> http www.emgphoto.net]


Más sobre Ars Heuristica
[—> www.arsheuristica.blogspot.com]

febrero 24, 2010

95 / Corto Maltés

Creo que es una de las mejores maneras de terminar el verano: leer (o volver a hacerlo) las historias del Corto Maltés, el mítico personaje de Hugo Pratt. Por estos días, el diario Clarín (vía revista ñ) está publicando le serie completa los sábados, en una edición respetable, de pequeño tamaño y tapa dura.

Pratt (1927-1995)
se crió en Venecia y vivió un buen tiempo en Buenos Aires, donde a partir de 1947 trabajó como editor para la editorial Abril. En la revista de aventuras Misterix conoció a la persona que más influiría en su carrera posterior, el guionista de historietas Héctor Oesterheld (posteriormente desaparecido junto a sus cuatro hijas por la dictadura 1976-1983). Con Oesterheld colaboraría dibujando, entre otros importantes relatos, Sargento Kirk, Ticonderoga y Ernie Pike. Pratt volvió a Italia en en 1962 y publicó Corto Maltés desde 1967 hasta su fallecimiento.
Su
inconfundible estilo gráfico evoca, entre otros, el de Terry y los piratas (Milton Canniff ) y el de The Spirit (Will Eisner). Seducido, como su personaje, por la sed de aventuras, Pratt mencionaba sistemáticamente entre sus escritores favoritos, a Jack London, Salgari, Borges, Melville y Fenimore Cooper. La influencia de Pratt en otros autores (por ejemplo sobre Milo Manara o Frank Miller —Sin City, 300—) es notable.

“Soy el Océano Pacífico. El mayor de todos. Me llaman así desde hace mucho. Pero no es cierto que esté siempre así. A veces me enfado y la emprendo con todo y con todos. Hoy mismo acabo de calmarme de la última bronca. Creo que barrí tres o cuatro islas y destrocé otras tantas cáscaras de nuez, de esas que los hombres llaman barcos...”
Con estas poderosas palabras arranca La balada del mar salado, la primera aventura en la que apareció el Corto Maltés. Un pequeño catamarán avista una barca a la deriva donde dos jóvenes yacen exhaustos... [En la imagen, Rasputín, uno de los personajes clave en las andanzas del Corto]

enero 27, 2010

94 / El lado oscuro de Mickey Mouse

El Ratón Mickey seguramente es el personaje que más y mejor ha conquistado otras culturas, aunque ni siquiera su creador sabía muy bien por qué. Correcto, mandón, entusiasta y de una sonrisa exasperante, a los 82 años sigue facturando billones y sosteniendo un imperio. Sin embargo, sus dueños descubrieron que la aceptación bajaba entre las nuevas generaciones, crecidas a la luz de Pixar, Nickelodeon y Los Simpson. Por eso, decidieron acometer la operación más compleja de la industria del entretenimiento desde el cambio de sabor de la Coca-Cola: cambiarle el carácter a Mickey y hacerlo abrazar el lado oscuro. A partir de septiembre, el nuevo Mickey mostrará las orejas y los dientes en el juego de consola Epic Mickey. Acá, un anticipo.

“Todo está en las orejas”, se rindió sin resistencia John Updike en su prólogo a The Art of Mickey Mouse, donde se recopilaban visiones alternativas –de Warhol & Co.– de aquello que se sabía iconográficamente redondo, dos veces redondo, perfecto. Lo demás —el resto— es otra cosa. Y, sí, Mickey Mouse siempre fue molesto ya desde su voz. Pero lo que siempre irritó más que nada fueron su corrección, su constante buen humor, su equilibrio mental (en contraposición a la eterna neurosis psicótica de Donald y la evidente falta de luces de Goofy), su compulsión de perfecto mouse-scout (indignarse con su entusiasmo todo-terreno en cualquier episodio de La casa de Mickey Mouse cualquier día de estos en el Disney Channel) y sus aires dictatoriales apenas disfrazados de un servilismo de pasivo-agresivo. Se sabe: en todos estos años Mickey apenas se había permitido el pecado de una sola desobediencia en el que paradójicamente tal vez haya sido su más grande momento, en el corto “El aprendiz de brujo” incluido en el film sinfónico Fantasía, de 1940. Y todo parece indicar que los que se preguntan dónde está mi queso cortesía del rendidor ratón (Mickey produce unos cinco billones de dólares al año en merchandising) han comprendido que a los niños les gusta que sus héroes sean un poco más... malitos.
De ahí que la cosa se manejara con extrema delicadeza porque no hay material más sensible que un clásico a manipular. Y si se equivoca la fórmula perfecta a alterar —recuérdenlo— puede suceder lo que sucedió en su momento con aquella New Coke: la chispa de la vida se convirtió en el chisporroteo de la muerte y, vamos, rápido, volver a poner todo como estaba y aquí no ha pasado nada, por favor, olvídenlo.
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[Link a nota completa X Rodrigo Fresán en Radar, domingo 24 de enero, 2010]