septiembre 07, 2009

93 / Dice Cippolini, sobre ’Patafísica

Heredero de patafísicos pioneros, como Eva García, Juan Esteban Fassio, Albano Rodríguez y Jesús Borrego Gil, el escritor y curador Rafael Cippolini es Nababo del Longevo Instituto de Altos Estudios Patafísicos de Buenos Aires. Editó y anotó la antología Patafísica. Epítomes, recetas, instrumentos y lecciones de aparato (Caja Negra, 2009), y organiza las Jornadas Patafísicas Universales que se celebrarán en Buenos Aires entre el 10 y el 24 de setiembre (con charlas de Thieri Foulc y Carlos Grassa Toro, entre otros). “Las jornadas universales –se anuncia– son otro capítulo de una extensa e imparable aventura”.

—¿Se puede hablar de una patafísica viva, actual, más allá de retrospectivas o remedos de vanguardia de otro siglo?

—La pregunta es una preciosa trampa: ¿puede existir algo más actual que el Colegio de 'Patafísica cuando no conocemos nada más patafísico que la actualidad? Fassio nos enseñó que "leer los diarios es un deber patafísico". Leo en el sitio de la BBC: 1) El Parque de Thorpe, del condado de Surrey (Inglaterra), prohibió levantar los brazos a los usuarios de la montaña rusa por temor a los olores; 2) En un viaje de la compañía Egypt Air procedente de Abu Dabi los viajantes descubrieron que uno de los pasajeros era un cocodrilo bebé; 3) En Suecia cinco mujeres violan a un desprevenido ciclista de 50 años en medio de la ruta. Las vanguardias sólo tienen un interés histórico porque hace mucho que el mundo las digirió por completo.

—¿Coincide en que, en general, para hablar de patafísica se emplea un “lenguaje patafísico”? Y por ende, como si de una broma se tratara, si no se pesca el lenguaje, no se pesca su gracia.

–Amamos el lenguaje con el que nos comunicamos tanto como médicos, futbolistas, astrónomos, mecánicos dentales, criptozoólogos, genetistas, golfistas y periodistas culturales aman sus terminologías y estilos. Por otra parte, las escasas bromas que conozco de golfistas y mecánicos dentales no me resultan demasiado divertidas. Bueno, puede que a veces sí. Pero sin duda sigo prefiriendo a la 'Patafísica. Al fin de cuentas, Jean-Hughes Sainmont nos enseñó que ésta nada tiene que ver ni con el humor ni con las iniciaciones.


—Richard Rorty, hablando sobre Jacques Derrida, observó que el problema no son sus juegos de palabras (que son divertidos) o sus palabras mágicas (que son potentes), sino “que el tono de urgencia que las rodea está fuera de lugar”. La patafísica no parece rodeada de este tono de urgencia. ¿Esto la diferencia de movimientos análogos, como el surrealismo?


—En varias oportunidades Tomás Maldonado se refirió a Derrida como a un escritor cómico. No sé si estoy de acuerdo en esto, pero sí en la imputación de la falta de urgencia. Sin ir más lejos, a quienes lucen una jerarquía patafísica tan alta como los Proveedores se les denomina serenísimos. El Trascendente Sátrapa Jean Baudrillard lo sabía cuando declaró que "la 'Patafísica es la más alta tentación del espíritu". Pero no entiendo la analogía con el surrealismo. Los surrealistas buscaban transformar el mundo. Un patafísico jamás se ocuparía de algo así. Por otra parte, es fácil describir al surrealismo como una estética. Inútil decir lo mismo de la 'Patafísica. De hecho está más acá y más allá. Y en cualquier otro sitio.


—Casi todos los movimientos de vanguardia del siglo XX podrían adscribirse a algún tipo de programa político más o menos institucionalizado. ¿Cuál sería –de haberlo– el de la patafísica?


—El Colegio de 'Patafísica jamás fue un movimiento de vanguardia y mucho menos se propuso conquistar el mundo. Ni ningún otro planeta. Simplemente porque el mundo y todos los planetas que conocemos (y los que no) son patafísicos por definición. Es más, la misma noción de política es subsidiaria de la de 'Patafísica. ¿O acaso los políticos no proponen sólo soluciones imaginarias?


—Usted escribió: “La 'Patafísica ya existía en la era de las cavernas”. ¿Por qué?


—No conozco ningún argumento serio que pruebe lo contrario. Digamos que conocemos dos posiciones. Una insiste en que un epifenómeno sólo existe cuando alguien lo descubre. Otra propone que existe siempre y de todas maneras aunque no nos demos por enterados. Los patafísicos adscribimos a esta segunda opción. Jarry se limitó a manifestar aquello que era por demás evidente: la 'Patafísica estuvo ahí cuando el hombre se rascó por primera vez la cabeza. Lástima que no nos acordemos. ¿O sí?


—André Breton observó que el acto surrealista definitivo era bajar a la calle, revólver en mano, y disparar al azar a la multitud. ¿Cuál sería el acto patafísico definitivo?


—En lo único en que se parecen la 'Patafísica y el surrealismo es en que nada tienen que ver entre sí, aunque algunos patafísicos históricos hayan pasado por el surrealismo. Es cierto que Breton tomó prestada de Jarry la idea de contemporanizar mediante un revólver (es por demás célebre la alianza de Jarry con su revólver), pero eso tampoco lo vuelve patafísico ni mucho menos. No se trata de ser tan drásticos. A modo personal prefiero (infinitamente) la última voluntad del autor de
Ubú rey: pedir un escarbadientes en el lecho de muerte. La civilidad resulta invariablemente más cariñosa y reposada.

[Entrevista de Marcelo Pisarro en ñ, 5/9/2009. En la imagen: Alfred Jarry]

septiembre 06, 2009

92 / Más Edgardo Vigo

Imagen: Cargador eléctrico (1957-74). En otras entradas de este blog hemos trabajado sobre la obra de Edgardo Vigo, un artista cuya producción más relevante, para la “historia oficial”, arranca en los ’60. Sin embargo, durante la década anterior, entre su iniciático viaje a París y la fundación de la revista Diagonal Cero en La Plata, Vigo desarroló una importantísima obra, muy relacionada con el universo de objetos que estamos trabajando en M1 y M2 a esta altura del año. Dibujante, constructor de objetos inútiles, editor, grabador, diseñador, ideólogo comunicacional, Vigo supo unir las primeas vanguardias europeas con el caldero experimental que hizo posible los ’60. Más sobre Vigo: —> Google imágenes / EdgardoVigo

agosto 29, 2009

91 / Sobre la pérdida de la Taxonomía

Taxonomía (del griego Taxis: Orden y Nomos: Ley) // Método sistemático de clasificar plantas y animales, organizado en base a la similitud de ejemplares. Las agrupaciones representan relaciones evolutivas (o filogenéticas).
La Taxonomía constituye una de las más importantes dimensiones de la Morfología y uno de sus vectores históricos de avance, particularmente a partir de los estudios sobre las especies animales y vegetales. Esta idea ha sido efectivamente corroborada en las últimas décadas, a través de estudios que demuestran que el hecho de clasificar y darle nombre al mundo natural es una actividad humana fundamental, muy arraigada y universal: una que no podemos darnos el lujo de perder porque es esencial para comprender el mundo viviente y nuestro lugar en él.
Los antropólogos fueron los primeros en reconocer que la taxonomía podría ser bastante más que la ciencia oficialmente fundada por Carl Linnaeus (Linneo), botánico sueco, en el siglo XVIII (su Systema Naturae es de 1735). Los antropólogos, al estudiar cómo los no científicos ordenan y dan nombre a los organismos vivos, creando lo que se conoce como Taxonomías populares, empezaron a darse cuenta de que cuando la gente de todo el mundo creaba grupos ordenados y daba nombre a lo que vivía a su alrededor, seguía patrones altamente estereotipados, que parecían seguir inconscientemente una serie de reglas no escritas.
Los Ilongot, por ejemplo, tribu de las Filipinas, bautizan a las espléndidas orquídeas silvestres con el nombre de las partes del cuerpo. Allí florecen los muslos, las uñas y por allá los codos y los pulgares. El pueblo Rofaifo de Nueva Guinea clasifica al casuario, un ave gigantesca, como un mamífero.
Cecil Brown, antropólogo de la Northern Illinois University, ha estudiado las taxonomías populares en 188 lenguas. Sostiene que la gente reconoce las mismas categorías básicas repetidamente, entre ellos peces, aves, serpientes, mamíferos, wugs (refiriéndose a gusanos e insectos), árboles, parras, hierbas y arbustos. Los wugs no son un grupo cohesionado hablando de manera evolutiva, ecológica ni de ninguna otra índole. Sin embargo, la gente reconoce y nombra repetidamente a estas peculiaridades. Asimismo, las personas utilizan sistemáticamente epítetos de dos palabras para designar organismos específicos dentro de un grupo más grande, pese a que hay una infinidad de métodos potencialmente más lógicos.
Cuando los mayas, familiarizados con las criaturas parecidas al cerdo salvaje conocidas como pecaríes, se toparon con los cerdos de los españoles, los llamaron “pecaríes de pueblo”. También nosotros usamos nombres dedos partes: Sally Smith o Li Wen.
Incluso los científicos están sujetos a esta práctica, al insistir en binomios latinos para las especies. La evidencia más sorprendente del arraigo de la taxonomía proviene de pacientes que, por accidente o enfermedad, han sufrido traumas cerebrales.
Consideremos el caso del estudiante universitario a quien los investigadores británicos se refieren como JBR. Los médicos encontraron que al recuperarse de una inflamación del cerebro causado por el herpes, JBR no podría reconocer cosas vivientes. Aún podía reconocer objetos inanimados, como una linterna, una brújula, una tetera o una canoa. Sin embargo, el joven era incapaz de reconocer a un canguro, un champiñón o una flor. Médicos de todo el mundo han encontrado pacientes con la misma dificultad. Más recientemente, los científicos que estudian los cerebros de estos pacientes reportaron haber encontrado daño, en repetidas ocasiones, en una región del lóbulo temporal, lo que lleva a algunos investigadores ala hipótesis de que podría haber una parte específicadel cerebro que está dedicada a la creación de la taxonomía. Sin el poder para ordenar y ponerle nombre a las cosas vivas, una persona simplemente no sabe como vivir en el mundo ni cómo entenderlo. En la compleja época en la que vivimos, nos encontramos en proceso de abandonar la taxonomía: por tanto, abandonamos el ordenamiento y la denominación de la vida. Intencionalmente estamos convirtiéndonos en el pobre JBR, al perder la habilidad de ordenar y darle nombre a las cosas y, así, perdiendo un vínculo y un lugar en el mundo viviente.
Dice Carol Kaesuk Yoon, especialista en el tema: “Cambiar todo esto es fácil. Encuentre un organismo, cualquiera. Dése una idea de él: su forma, color, tamaño, sensación, olor y sonid
o. Luego encuéntrele un nombre. Apréndase el nombre científico, uno de incontables nombres populares, o invente el suyo”.

[Texto adaptado de Naming Nature: The Clash Between Instinct and Science de Carol Kaesuk Yoon. La imagen pertenece al exquisito libro Kunstformen der Natur (1900) de Ernst Haeckel, zoólogo alemán y uno de los artistas de historia natural más alabados del siglo XIX.]


agosto 24, 2009

90 / Bitácora 2009 / Diarios de Frida Kahlo

Bitácora 2009: Muy interesante. Analizar el Diario de la artista mexicana Frida Kahlo es una tarea que puede resultar reveladora. Custodiado bajo llave durante aproximadamente cuarenta años, el Diario se nos revela a veces apasionado y otras particularmente íntimo. A través del documento podemos entender algunos rasgos centrales de la compleja personalidad de la destacada artista. El diario, tiene unas 170 páginas (la imagen nos muestra una de ellas) . Abarca el período que va de 1944 a 1954. Recoge los pensamientos, poemas y sueños de Frida y al mismo tiempo pone de manifiesto la tormentosa relación que mantuvo con Diego Rivera —su marido y el pintor más famoso de México—. Textos, imágenes, esquemas y unas setenta acuarelas —esbozos muy expresivos y varios autorretratos de gran elegancia— otorgan una visión distinta del proceso creativo de la artista y muestran la asiduidad con la que Kahlo acudía a su cuaderno para desarrollar las ideas que posteriormente plasmaría en sus lienzos.

agosto 14, 2009

89 / La culpa no es del chancho... (2. El regreso)

En relación a la nueva modificación del calendario académico, reproduzco la carta que envié el jueves 13 al cuerpo docente y autoridades de la FADU.

Si bien esta gestión nos tiene muy acostumbrados a la falta de respeto por tiempos y formas, así como al caos organizativo, no puedo menos que lamentar este nuevo gesto de imprevisión. No importan las horas de trabajo de nuestros docentes, que se habían ocupado responsablemente de reprogramar el curso del segundo cuatrimestre así como de corregir y nivelar las entregas de mitad de año con mucha más velocidad que la habitual. Claro, todo importa muy poco, salvo las elecciones que se vienen. Señores: tuvieron más de un mes para prever que esto no sucediera. No pidan disculpas. No hace falta. Además, es muy posible que varios consideren que no haya que pedir disculpas: en todo caso, que la inocencia les valga.

Sigo saludando atentamente,

Prof. Wainhaus
Morfología 1, 2 / DG

Esta es la comunicación que determinó la redacción de la carta:

Estimados Profesores, alumnos y docentes

Debido a la ocupacion de aulas y talleres con entregas y la necesidad de contar con espacios suficientes para la toma de exámenes, las materias que iniciaban el segundo cuatrimestre el martes 18 y miercoles 19, lo haran el martes 25 y miercoles 26 respectivamente.

agosto 04, 2009

88 / Tres a Tucumán

1. Biografía de un objeto aborda problemáticas en torno de la forma y su relación con el contexto, para lo cual se parte de la investigación de un determinado objeto industrial y sus múltiples lecturas para concluir en la elaboración de un meta-objeto, presentado como un sistema de piezas. El ejercicio busca introducir al alumno en los conceptos de estructura, forma, contexto, sistema, materialidad y metalenguaje (...) Es también objetivo del análisis delinear un discurso crítico sobre el objeto y sus contextos. En la resolución final se verifica la investigación que deriva en un sistema como meta-objeto. Como propone Karl Gerstner: “Un sistema es más que una simple suma de partes, son las partes, sus funciones individuales y sus relaciones intrínsecas.” El sistema a diseñar será un sistema de baja complejidad uniforme y abierto, que posee constantes y es lo suficientemente flexible como para soportar que partes nuevas le sean adicionadas.
[De “Biografía de un objto: hacia la creación de un meta-objeto”, presentación de Cecilia Álvarez, Pablo Báez, Ezequiel Carrasco, Florencia Cuenca, Santiago Cueto, Carolina García Ávila, Damián Horn, Guadalupe Neves y Jimena Passadore (MW2) al Congreso Internacional Forma y Contexto, organizado por SEMA / Sociedad de Estudios Mofológicos de la Argentina + UNT / Universidad Nacional de Tucumán, que tendrá lugar en Octubre.]


2. Un trabajo universitario pone a los alumnos de Diseño Gráfico frente al desafío de desarrollar un proceso de traducción de contexto a través del lenguaje visual. La idea de contexto, en nuestra materia, tiene un significado concreto y específico que es explorado en este ejercicio, quizás el primero que exija una aproximación sistemática e integradora a la problemática de lo formal. Frente a la incertidumbre que provoca en el alumno la necesidad de establecer (...) una organización consistente y fuertemente significante en el campo de la Morfología, la práctica propone ciertas operaciones analíticas y sistemáticas sobre el lenguaje visual con el objetivo de llegar a una síntesis de un objeto, transitando un camino que va de la visión fragmentaria y parcial hasta llegar a una propuesta organizada y coherente en un nuevo contexto.
[De
“Descubriendo los lenguajes gráficos”, presentación de Marcelo Baroni y Martín Tisera (MW1) al Congreso Internacional Forma y Contexto, organizado por SEMA / Sociedad de Estudios Mofológicos de la Argentina + UNT / Universidad Nacional de Tucumán, que tendrá lugar en Octubre.]

3. La búsqueda de la consistencia entre Idea-Forma y Objeto-Contexto supone, en el campo de la Morfología, estudiar fundamentalmente las condiciones de problematización desde las cuales abordar algunas de sus más importantes características: a. la multiplicidad de soluciones posibles y b. el corte epistemológico producido por el hecho de que lenguaje del problema no es habitualmente el de la solución (que suele ofrecerse en términos objetuales). Por una y otra condición, adquiere especial relevancia aquel acercamiento heurístico que nos permita poner en juego la situación contextual, apuntando así hacia un diseño del acontecimiento (en el que la dimensión objetual constituye sólo un aspecto contextual del problema o de la solución). La presentación desarrolla el caso del aprendizaje lúdico de las formas visuales, relevando tres de los aspectos fundamentales estudiados en los procesos de formalización y asumiendo el riesgo de su práctica al considerar que puede extremar negativamente las condiciones de operatividad: 1. La lógica estética de los objetos, 2. La voluntad taxonómica. 3. La relación entre todo y parte.
[De “Diseño del Acontecimiento morfológico. Tres aproximaciones”, presentación de Horacio Wainhaus al Congreso Internacional Forma y Contexto, organizado por SEMA / Sociedad de Estudios Mofológicos de la Argentina + UNT / Universidad Nacional de Tucumán, que tendrá lugar en Octubre.]

87 / Damián Ríos: Dos y Tres

Papá me enseñó a contar y a leer antes incluso de que entrara en el jardín de infantes. Me mandaba a la calle para que juntara piedritas parecidas y después se tiraba en el suelo conmigo en el medio del patio. Mamá a veces le traía el mate. Una vez que aprendí a sumar y restar, se puso en el trabajo de enseñarme a multiplicar. Me acuerdo que reunía piedritas en grupos de dos y tres y empezaba transpirar porque yo no entendía. Me acuerdo de sus bigotes bien negros y del pelo crespo y que decía Damián atendeme. La escena se desarrollaba en el sendero de portland que unía la casa de la Abuela con nuestra casa. Había varios grupos de piedras de dos y tres, hasta ahí estaba todo claro. Acá hay dos, acá hay tres. Bien. De esto pasaron 25 años y no logro entender cómo quería explicarme, no logro captar cual era su método. Porque él tenía un método. Fracasó, es cierto, pero sabía perfectamente lo que quería y cómo. Ahí está en definitiva su victoria, vamos a llamarla así. Es el recuerdo más lejano que tengo de alguien que quisiera ayudarme a pensar. Es el día de hoy, que al darme cuenta de que estoy metido en bardos de los que creo no puedo salir, digo: acá hay dos, acá hay tres. Bien.

[De El perro del poema, Damián Ríos (Concepción del Uruguay, 1969-). El texto también está incluido en la Antología de la nueva poesía argentina que curó nuestro amigo Gustavo López para Perceval Press de Viggo Mortensen (sí, el mismo Viggo Mortensen, ése)]

julio 20, 2009

86 / Ver :: Gerhard Richter en Rosario

En el Centro Cultural Parque de España, de Rosario se exhibe una excelente retrospectiva de Gerhard Richter, uno de los más impresionantes artistas alemanes del último medio siglo. Vale la pena hacerse una escapada a Rosario para ver esta importante obra, seleccionada por el mismo artista para la muestra que continúa hasta mediados de agosto.
Richter ha sido reconocido como uno de primeros primeros artistas en hacer cruces consistentes entre pintura y fotografía, constituyendo ese uno de los vectores principales de su obra y es hoy, junto con Anselm Kiefer, Sigmar Polke y Georg Baselitz, uno de los artistas alemanes internacionalmente más conocidos. Su influencia mundial se ha extendido y multiplicado en las últimas dos décadas. En la imagen podemos ver una obra de 1966 —Oficina de turismo— basada en una de las fotografías de su Atlas. Richter —escribe el crítico de Chicago Victor M. Cassidy— quiere pintar la historia de su época; usa para eso páginas de revistas y fotografías familiares. Mientras pinta borronea las líneas de perfil de estas imágenes, lo que sugiere una fórmula artística. Una mirada más próxima nos dice que transforma esta materia prima en pinturas que ofrecen una declaración personal”. El catálogo de la exposición afirma que, sin embargo, que el gran y único tema de Gerhard Richter detrás de los distintos motivos, estilos y citas de historia artística es finalmente la pintura en sí, cuyo idioma y medios interroga una y otra vez en las tan heterogéneas fases de su trabajo. “Yo no persigo ninguna intención —declaró el artista en 1966—, ningún sistema, ninguna dirección. No tengo programa, ni estilo, ni deseo”. Y al referirse a la pintura como acción, como búsqueda de la verdad del presente: “Esto que yo frecuentemente vi como un defecto mío, que no era capaz de ‘crear un dibujo’, no es incapacidad, sino un esfuerzo por una verdad más moderna, la que ya vivimos: la vida no es lo dicho, sino el decir; no es el dibujo, sino el dibujar”.
Más Richter en su completísimo sitio: http://www.gerhard-richter.com

julio 03, 2009

85 / Modificación del calendario académico

[LA CULPA NO ES DEL CHANCHO... Nº 1] Dadas las novedades producidas en los últimos días en relación a la evolución del virus Influenza A (H1N1), la FADU resolvió el adelantamiento del final de las clases del primer cuatrimestre al día sábado 4 de julio. Según información oficial —Decano + Secretaría Académica de la FADU / Dirección de la Carrera de DG— las fechas de entrega de Morfología 1 y Morfología 2 correspondientes al primer cuatrimestre 2009 previstas en el Plan de Labor han sido reprogramadas para el martes 4 de agosto.
El comienzo del segundo cuatrimestre está previsto para el martes 18 de agosto.
Estaremos en contacto mediante información en la página principal, los blogs, y a través de e-mails.
La Facultad permanecerá abierta —con acceso restringido—, manteniéndose las actividades administrativas en un esquema de emergencia.
Cuidarse. Hasta pronto.

junio 27, 2009

84 / Wabi-sabi

Wabi-Sabi es una expresión difícil de definir. Profundamente arraigada en la cultura japonesa, Wabi-Sabi corresponde a la belleza de las cosas imperfectas, mudables e incompletas. En Wabi-Sabi todas las cosas son imperfectas; todas las cosas son impermanentes; todas las cosas son incompletas.
Concepto central de Zen, Wabi-Sabi considera que en los detalles que se pasan por alto
suele encontrarse lo extraordinario y que la verdad proviene de la observación de la naturaleza (Wabi corresponde a la belleza de las cosas imperfectas, simples, naturales y Sabi a la pátina que las cubre con el paso del tiempo).
En Wabi-Sabi la belleza es algo que ocurre entre Uno y otra cosa en una situación, circunstancia o contexto. Es un acontecimiento dinámico que se produce entre uno mismo y algo más. Que puede aparecer espontáneamente en cualquier momento en el que se den las circunstancias, el contexto o el punto de vista adecuados. La belleza constituye, pues, un estado de alteración de la conciencia, un momento extraordinario de poesía y gracia. Wabi-Sabi corresponde a la belleza de las cosas modestas o no convencionales e históricamente, tiene su expresión más acabada en la ceremonia del té (sadoo o chanoyu).
La compleja y fina estética desarrollada en torno a la ceremonia del té, en sus aspectos esenciales modelada por Sen Rikyu Soeki, va mucho más allá de cumplir un rol alimenticio o social como en Occidente. En Japón, desde su introducción en el siglo X por monjes zen procedentes de China, el rito del té ha evolucionado hasta influir la caligrafía, el diseño arquitectónico y de jardines, los arreglos florales, la cerámica o la poesía.
D
urante la época de las sangrientas guerras entre estados (1467-1572), se convirtió en símbolo de paz, en un rito en el que se encontraba sosiego tras las jornadas de lucha. De hecho, los samurais debían dejar sus espadas afuera del recinto en el que se practicaba la ceremonia. Plutschow menciona que la ceremonia de té es un ritual sagrado, y también sagrados son el espacio en que se realiza y los utensilios que en él se utilizan. Lo sagrado de la ceremonia reside en la propia asamblea reunida en la casa de té y no en la invocación de dioses. Son los participantes los que se constituyen en sagrados ya que Zen, bajo cuya influencia la ceremonia de té tomó forma, busca lo sagrado no fuera, sino dentro del ser humano.
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La imagen corresponde a un cuenco realizado por Furuta Oribe (1544-1615), uno de los grandes estetas japoneses de la ceremonia del té. Este maestro fue un decidido impulsor de los diseños asimetricos, y diseñaba los utensilios —generalmente en colores vivos, amarillos y verdes contrastados— con mucho vigor.
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En octubre se desarrollará en Tucumán el Congreso Internacional organizado por SEMA (Sociedad Estudios Morfológicos de la Argentina). Siendo el tema central del mismo “Forma y Contexto”, desarrollaremos una presentación sobre las formas del Wabi-Sabi.

junio 13, 2009

83 / Morfología del Morfi*

La tendencia a la diversidad en la presentación de la comida se refleja en aspectos muy técnicos, como la manera en que se disponen los alimentos en el plato.La composición clásica aconsejaba colocar la carne del lado derecho, cerca del cuchillo, para que resultara más fácil cortar lo más resistente, y las guarniciones del izquierdo. Pero ahora también se acostumbra colocar una guarnición, el chutney u otro condimento del lado derecho y la carne, del izquierdo, para que al servirse un bocado, el comensal se vea obligado a pasar por encima del chutney y se sienta tentado, o no se olvide, de combinar la carne y el contorno. La cocina vertical de Gagnaire propone torres altísimas de elementos que subvierten el orden tradicional, lo que hace posible múltiples “lecturas” de un mismo plato. Vemos entonces que hasta en la “geometría” y en la degustación temporal de cada plato se han producido variantes impensadas. [De una entrevista a la genial chef Ada Cóncaro en el suplemento adn de La Nación. 13 /06 / 09. La foto es de un plato de Gagnaire.]

* Morfi: Comida / Morfar: comer. Palabras del Lunfardo (argot rioplatense).

junio 07, 2009

82 / El espíritu de los Becher en La Boca

Se exhibe en el nuevo edificio de la fundación Proa (La Boca), Espacios urbanos, una muy interesante muestra de los fotógrafos Andreas Gursky, Axel Hütte, Thomas Ruff, Candida Höfer y Thomas Struth. Curada por Ludovico Pratesi, la exposición propone analizar la transformación del concepto de ciudad en la cultura contemporánea a través de las casi 50 imágenes de gran tamaño producidas por estos notables fotógrafos alemanes de la denominada “Escuela de Düsseldorf”. Los cinco han ido adquiriendo renombre internacional con proyectos que revelan gran refinamiento en la utilización de códigos “clásicos” y que ponen de manifiesto la deslumbrante complejidad del medio fotográfico.

Ninguno de ellos es autor de la foto que acompaña esta entrada: la misma corresponde a uno de los trabajos de Bernd y Hilla Becher. Y es hacer justicia, ya que fue este matrimonio de artistas el que marcó profundamente, desde los ‘80, a la generación de fotógrafos que Proa presenta. Desde que comenzaron a fotografiar —en 1958, con una cámara Linhof— el entorno industrial de la localidad de Siegen, los Becher documentaron y sistematizaron miles de imágenes de la desaparecida arquitectura industrial y sus distintas tipologías edilicias y objetos. Hoy, el extraordinario trabajo de los Becher constituye material ineludible en cualquier historia de la fotografía.

Bernd y Hilla Becher se conocieron en la Düsseldorfer Kunstakademie y se casaron en 1961. Bernd nació en Siegen (1931) y falleció en 2007 en Rostock. Estudió pintura y litografía en la etapa de 1953-1956 en la Staatliche Akademie der Bildenden Künste Stuttgart, para posteriormente estudiar tipografía bajo las órdenes de Karl Rössing durante los años 1959-1961 en la Düsseldorfer Kunstakademie, donde posteriormente fue profesor.
Hilla nació en 1934 en Potsdam, donde trabajó de aprendiz en un taller de fotografía antes de acudir a la Düsseldorfer Kunstakademie durante los cursos de 1958 a 1961. Fue durante sus viajes en tren a Düsseldorf que la artista se maravilló con las gigantescas estructuras industriales (de los altos hornos y las industrias metalúrgicas y mineras) que trabajaban a pleno rendimiento en la cuenca del Rühr.

junio 01, 2009

81 / Gastón Breyer (1919-2009)


Es doloroso. El reciente fallecimiento de Gastón Breyer, a los noventa años, deja un vacío muy grande en nuestra comunidad académica. La de Breyer ha sido una vida de profundo compromiso público. Como Profesor Titular de la Cátedra de Heurística de la FADU, hasta hace poco tiempo seguía dictando personalmente largas y admirables clases. De Breyer se podría decir, fundamentalmente —y usando sus propias palabras— que nos enseñó a pensar. La partida de este maestro convoca a profundizar las muchas líneas de trabajo que recorrió en su práctica y enseñanza.

Decía Breyer:
“En el regreso a la mirada descubridora me parece posible proponer un salto categorial. ¿Puedo y debo intentarlo? ¿No será, en ese caso, la invitación descarada a la ruptura total con un fondo de pensamiento sensato, comedido y racional, académico? ¿Habremos de renunciar a la tendencia de un pensar abstracto, general, científico, universal, omnipotente, sistemático, lógico, algorítmico, racional, consecuente… ¿algo más?
¿O bien, en nombre de esa Heurística que proclama su autarquía, que celebra el día de su independencia, que quiere hablar en nombre de la raza del homínido pensante, —y que ya me está dando miedo— deberemos regresar al Orden del Corazón y lisa y llanamente confesar la abierta trasgresión a la pesada herencia que nos ha dejado Occidente?
¿Será en nombre de ese nuevo orden que deberemos dirigirnos seriamente para hablarle a la FADU y desde la Cátedra de Heurística?
El tiempo dirá.”

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Arquitecto, Profesor Emérito y Doctor
Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires, Breyer (1909-2009) desarrolló —en más de 60 años de trabajo—, una obra de enorme influencia sobre los más variados esquemas teóricos y pedagógicos del Arte, del campo escénico y del Diseño, además de una consistente práctica proyectual.

Gastón Breyer se recibió de Arquitecto (UBA) en 1945. Desde entonces investigó y desarrolló sus clases en los más importantes centros educativos y culturales de nuestro país. Cientos de conferencias, cursos de posgrado y seminarios de especialización sobre Diseño, Morfología, Heurística, Escenografía, Semiótica, Metodología, Arquitectura y Teoría del Espacio en facultades, institutos y sociedades nacionales y extranjeras dan testimonio de su pasión por el conocimento.

Formado con el pintor Emilio Petorutti y Profesor egresado de la Escuela Superior de Bellas Artes, Breyer se transformó rápidamente en uno de los ideólogos del movimento teatral independiente argentino y, seguramente, en su más destacado escenógrafo. Sus primeros trabajos incluyen la puesta El Puente de Carlos Gorostiza (obra clave de la escena argentina de la época) y las revolucionarias Los hermanos Karamazov y Crimen y castigo de Dostoievski en el Teatro de la Máscara. Es así que en 1958 el envío argentino a la Bienal de San Pablo incluyó éstas y otras propuestas escenográficas de Breyer. Como escenógrafo, realizó más de doscientos trabajos con los más importantes exponentes del teatro nacional (entre ellos la trascendente puesta del Galileo Galilei de Brecht (Teatro Municipal General San Martín). En 1981, en plena dictadura militar, Breyer se se desempeñó como Director escenográfico del ciclo Teatro Abierto Debido a su labor en la escena, que no ha sido exclusivamente proyectual, sino también reflexivo y pedagógico, ha recibido numerosos premios y distinciones, incluyendo el Premio Konex de Platino y el premio a la trayectoria otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes.

Breyer tuvo, además, un importante desempeño en el campo institucional: Consejero Directivo de la FADU / UBA (entoces FAU) entre 1956 y 1965 y Vicedecano entre 1958-59, actuó como Miembro de la primera Comisión de la universidad para la redacción del Estatuto Universitario de 1958. Hondamente comprometido con la práctica democrática, Breyer renunció a su cargo de Profesor de la UBA en 1966 luego de la “noche de los bastones largos” para, recién en 1984, retornar con fuerza a la actividad plena en esta casa de estudios, a la que quería entrañablemente. Así, tuvo oportunidad de desarrollar contribuciones sustanciales para el establecimiento de los programas pedagógicos del CBC y de las nuevas carreras de Diseño Gráfico y Diseño Industrial.

En su larga carrera Breyer publicó artículos en más de cien medios nacionales e internacionales sobre los temas de su interés. Entre ellos, es posible destacar dos trabajos sobre Leonardo da Vinci aparecidos en Ars y Canon (1958), “El ambiente de la vivienda” (premio/ensayo) y “Esquema para un estudio sobre la función de habitar” (los dos de 1966, revista summa), “La escenografía. Intento de definición contemporánea” (1966, UBA). “La heurística del diseño, entre el teorema y el poema” (1978, summa), “Morfología y heurística” (1977, summarios/Morfología), “Casa, Templo, Teatro” (1984, Temarios). Entre los últimos libros de Breyer, se cuentan Sígnica del Espacio Escénico, Heurística del Diseño (FADU), Bases Conceptuales del Diseño (con R. Doberti y H. Pando, FADU) y La Escena Presente (2005, Infinito).

Algunos puntos notables de la obra teórica de Breyer contribuyeron al desarrollo y consolidación de espacios disciplinares importantes. Por ejemplo, sus trabajos en Morfología —a la que veía un campo clave en el desarrollo formativo-ideativo del diseñador y del artista—, impulsaron la organización, con otros importantes profesores, del Area de Visión de la Facultad de Arquitectura de la UBA (fines de la década del 50, de la cual fue Director hasta 1960), la formación de un incontable número de docentes y alumnos y la fundación en 1996 de SEMA (Sociedad de Estudios Morfológicos de la Argentina), de la que fue elegido por unanimidad de sus colegas como primer presidente.

En el campo de la Heurística, Breyer desarrolló investigaciones pioneras en los 60-70, formalizó años más tarde el famoso Objeto Epsilon, postuló un modelo de acercamiento a la problemática (al que llamó Timbres del pensar) e inventó juegos (El juego de las estafas, el Juego del doncel, entre otros) en base a la relación entre escena y pensamiento.

En 1997 Breyer fundó el Gabinete de Heurística (desde 2004, Centro de Heurística) de la FADU/UBA. Formó a un grupo de profesores en la disciplina y se desempeñó, además, como Profesor Titular de la materia —común a todas las carreras de grado de la facultad— y Director de proyectos de investigación. Este fue un espacio en el que Breyer se volcó con pasión en la última década de su vida.

Nota desarrollada en base a datos del proyecto de investigación Cartografía Gastón Breyer / UBACYT A801 / Centro de Heurística / SI /FADU :: Pfeiffer + Pereyra + Ovsejevich + Montenegro + Crojethovic + Torres + Davidovich [Investigadores] + Ferrero + Urcola + Cabral + Maglione [Pasantes de investigación] + Tisera [Colaboración] + Wainhaus [Director]
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mayo 21, 2009

80 / Nueva lectura: El arte del tiro con arco

Altamente recomendable para espíritus inquietos: presentamos otro texto en la colección Lecturas nueva serie.
Se trata de El Zen y el Arte del tiro con arco, de Eugen Herrigel. En
las dos últimas clases teóricas se ha hecho referencia al trabajo de Herrigel. Relato de la experiencia del autor como discípulo de un gran Maestro de la Arquería, El Zen y el Arte... constituyó uno de los libros de cabecera de Henri Cartier-Bresson.
Se puede bajar de la sección Lecturas, en la página principal de la Cátedra). Además, los últimos textos incorporados a la sección —Cheng + Barthes y Berger— están relacionados conceptualmente con el libro de Herrigel.

Una de las características determinantes de la práctica de la arquería —y en realidad de todas las artes tal como son encaradas en el Japón, y probablemente también en otros países del Lejano Oriente— es que no tiene un fin meramente utilitario ni se limita al puro goce estético, sino que está destinada a adiestrar la inteligencia y a ponerla en contacto con la realidad esencial. De ahí que el objeto de la práctica de la arquería no consista única y exclusivamente en “dar en el blanco”, que el esgrimista no esgrima la espada sólo para derrotar a su antagonista y que el bailarín no baile sólo para ejecutar ciertos movimientos rítmicos del cuerpo. Antes que nada, la mente debe ser armonizada con lo Inconsciente.
Si se quiere realmente ser Maestro en un arte, su conocimiento técnico no basta; es necesario trascender el aparato de la técnica, de manera que el arte se convierta en un “arte sin artificio”, surgido del Inconsciente.
En el caso particular de la arquería, quien acierta el blanco y el blanco mismo, dejan de ser dos objetos antagónicos para transformarse en una sola, única realidad. El arquero pierde conciencia de sí como persona empeñada en dar en el blanco que tiene ante su vista; y este estado de “inconsciencia” se cumple cuando, absolutamente vacío y libre de sí, se vuelve uno, indivisible, con el arte de su destreza técnica, aunque haya en él algo, de un orden totalmente diferente, que no puede ser aprehendido a través de ningún estudio progresivo del arte.

[Del prólogo de Daisetz T. Suzuki a El Zen y el Arte del tiro con arco, de Eugen Herrigel. Suzuki ha sido uno de los más importantes difusores del Zen en occidente.]

mayo 17, 2009

79 / Ver :: Michaux y Ferrari o Michari y Ferraux

Signos / signos, no de techo, de túnica o palacio / no de archivos ni enciclopedia del saber / sí de torsión, de violencia, brusquedad / de deseo cinético. Henri Michaux

Más de cien obras de Henri Michaux y León Ferrari se exponen en Buenos Aires. El encuentro ha sido felizmente denominado por Jorge Mara
su promotor— un diálogo de signos. El de Mara es, en el pacato y mediocre mundo de las galerías porteñas, el tercer signo, atrevido y necesario. La muestra es impecable. El catálogo, completísimo.

“La caligrafía, menuda en Ferrari, gestual en Michaux, entabla un diálogo inefable. Punto de encuentro de artistas que no se conocieron, pero que crearon un código secreto, de inviolable intimidad”, escribe Alberto Giúdice obre la muestra (ñ, 16/5/09). Es el signo, con su carga ancestral, el que une a Michaux y Ferrari.

Henri Michaux nació en Namur (Bélgica) en 1899. Murió en París en 1984. Abandonó la carrera de medicina en 1919 para viajar como marino mercante. Fue jefe de redacción de la revista Hermès. Extraordinario poeta, Michaux llegó al arte visual influido especialmente por el trabajo de Paul Klee. Su obra está marcada por la intención, de “dibujar la conciencia de existir y el transcurso del tiempo”. En ese proceso interior, Michaux no dudó en experimentar con diversas drogas —en particular la mescalina— y documentó rigurosamente su camino.

León Ferrari (Buenos Aires, 1920) es, como Michaux, poeta y artista de culto. Su Civilización occidental y cristiana (1965, Malba) y la serie de cuadros “escritos”constituyen sus trabajos más conocidos. Ferrari vivió en el exilio los años de la dictadura. En 2007, Ferrari recibió el León de Oro de la 53° Bienal de Venecia. Actualmente está exponienendo —con la brasilera Mira Schendel— en el MoMA de New York.

[León Ferrari-Henri Michaux: un diálogo de signos / Galería Jorge Mara-La Ruche (Paraná 1133). Hasta el 30 de junio.]

78 / Ver :: Museo del Objeto Contemporáneo

En las últimas décadas se han producido en el mundo más objetos que en toda la historia del hombre. Y sigue sin pausa la vorágine de producción: desde el momento en el que es diseñado el objeto tiene marcado su sino de consumo y deterioro: por eso escribe Italo Calvino que todo hombre es “hombre-más-cosas, es hombre en cuanto se reconoce en un número de cosas, en cuanto reconoce lo humano investido en cosas, él mismo que ha tomado forma de cosas”.

El proyecto del Museo del Objeto Contemporáneo (MOC) —en una operación que evoca el maravilloso trabajo del artista belga Marcel Broodthaers [foto: 3 strikes
, M.B.]— retoma el cuerpo central de esta idea, que consiste en el desarrollo de operaciones ideativas con el fin de recuperar la memoria de los objetos. Fruto de varias investigaciones que buscan en la vida de esos objetos no la tradicional procedencia que les dio origen, sino más bien la poética que se oculta detrás de su particular existencia “práctica”, cinco colecciones dan comienzo a la formación del patrimonio del MOC.

Laura Andreoni organiza cajas clasificatorias de objetos: establece su origen, las características de su procedencia y— en una operación casi entomológica—, marca en cada ejemplar su estado de conservación. De ese modo el desgaste y las roturas también forman parte de la historia de las piezas expuestas. Virginia Carda, en cambio, presenta una colección ya existente: la de Carlos Argentino Daneri, que encuentra “casi por casualidad en el sótano de un edificio en el barrio de Constitución de la ciudad de Buenos Aires”; trabajo importante, pues el mismo Daneri —según el testimonio de Jorge Luis Borges— la llamó “colección, principio y fin de todas las cosas”. María Paula Doberti presenta algunos objetos —fruto del desuso o abandonados— rescatados de diversas ciudades, que cuentan la historia de los que fueron sus dueños. Luis Espinosa agrupa un conjunto de piezas que pertenecieron a Pelmundo Carretti, hijo de inmigrantes italianos en viaje hacia la Argentina a fines del siglo XIX. Por último, Luján Funes propone organizar el universo de las revistas denominadas “femeninas”, pero dejando en manos de los visitantes de este museo la posibilidad de descubrir las tramposas operaciones mediáticas que proponen.
Es deseable —como bien escribe Alberto Bottino Otero, director del museo, en el estudio crítico que acompaña la muestra— que el MOC amplíe sus colecciones. Gran idea. Desde esta página, alentamos y apoyamos la propuesta.

[Las operaciones que propone el Museo del Objeto Contemporáneo están muy relacionadas con los trabajos “Biografía de un Objeto”, a desarrollarse en M2, y “Estructura-Lenguaje”, M1. MOC: Galería Federico Poncerini
/ Independencia 333, San Telmo / Hasta el sábado 23 de Mayo de 2009.]

mayo 03, 2009

77 / Patafísicas imágenes en Flickr

Incorporamos nuevas imágenes en Flickr. Varias de ellas corresponden a trabajos de alumnos —desarrollados en el segundo cuatrimestre de 2008— sobre Ubú, de Alfred Jarry, el descubridor de la Patafísica.
Marco conceptual: es posible ver algunas entradas anteriores en este blog y los trabajos de Juan Esteban Fassio y Angel Olgoso en la sección
Lecturas de nuestra página principal.
Dice Olgoso que “...la Patafísica ha existido siempre: desde que el hombre se rascó por primera vez la cabeza para calmar la picazón del pensamiento reflexivo, desde que Sócrates demostró a Menón que su joven esclavo sabía el teorema de Pitágoras, desde que Euclides sorprendió a sus coetáneos con el tratado de geometría, desde que Leonardo de Pisa escandalizó a los suyos del siglo XII al usar cifras arábigas en lugar de romanas, desde que aquel médico contemporáneo de Newton descubrió los ovarios de la mujer y acabó suicidándose en Suiza, o desde que Lewis Carroll estableció la identidad entre las coles y los reyes. Debe entenderse que todo patafísico anterior a la Era Patafísica (que comienza el 8 de septiembre de 1873, fecha de nacimiento de Jarry) es considerado como un patafísico involuntario, como un patacesor (Zenón de Elea, Rabelais, Johnathan Swift, Lawrence Sterne, Remy de Gourmont, Rimbaud, Marcel Schwob o Raymond Roussel, cuyas invenciones y procedimientos verbales son patafísicos por excelencia, pero que ignoraba probablemente a su genial contemporáneo), mientras que los posteriores a Jarry son patafísicos en general conscientes que han hecho más o menos uso de sus métodos.”

abril 27, 2009

76 / Ballard, el hombre que inventó el futuro

El domingo pasado murió el escritor inglés J. G. Ballard. Durante las últimas tres décadas, no hacía falta más que leer sus libros para saber cómo iba a ser el mundo. O, de hecho, cómo era el mundo en el que vivíamos sin que lo viéramos. Ballard anticipó el delirio por las celebridades, el calentamiento global, la muerte del afecto, los countries y los “barrios verticales”. Y aunque muchos se empeñaban en clasificar sus libros como de ciencia ficción, reflejó el mundo explorando ese otro espacio en caos y extinción: el interior de sus habitantes.

Estos son seis de los imperdibles libros de Ballard:


La sequía, 1962.
La mejor de sus novelas de catástrofes o de fin del mundo: una anticipación del calentamiento global con éxodo hacia la costa, marineros asesinos y un protagonista solitario, casi autista, seco.
La exhibición de atrocidades, 1970.
Su libro más experimental, acusado de libelo, mezcla la belleza de las mujeres afectadas por la radiación con la locura, la obsesión por las celebridades, los páramos posindustriales, los aeropuertos, los hoteles abandonadas. La novela más ballardiana y la más compleja.
Vermillion Sands, 1971. De sus 19 colecciones de cuentos, una de las más apreciadas por los fans. Una playa que se extiende sin interrupción, un patio de juego de los ricos: imaginación, crueldad, exceso y belleza.
Crash, 1973. El choque de autos como éxtasis erótico, autopistas, heridas y prótesis como paisaje del deseo. David Cronenberg lo hizo película en los años ’90.
El imperio del sol, 1984.
Un libro autobiográfico sobre las experiencias del autor en un campo de prisioneros en Shanghai, donde él y todos los británicos residentes van a parar tras la ocupación japonesa que sucedió al ataque de Pearl Harbour. Steven Spielberg la llevó al cine en los ’80 e hizo famoso a Ballard.
Noches de cocaína, 1996
. Para muchos, lo mejor de su producción reciente. Un policial ubicado en un resort para británicos llamado Estrella de Mar, ubicado en la Costa del Sol. Sus residentes, ricos y aburridos, necesitan del crimen y el desorden para salir de la apatía. Una de sus más lúcidas reflexiones sobre el poder, la seguridad y el aislamiento.

[Lista y comentarios: Suplemento Radar-Página/12 del domingo.]

abril 11, 2009

75 / Ver :: Visión revelada

Visión Revelada: Selección de obras de Abelardo Morell, una antología del extraordinario fotógrafo cubano radicado en los Estados Unidos, está conformada por cincuenta y tres piezas organizadas en varias series temáticas. En ellas, Morell, sin apartarse de las técnicas fotográficas tradicionales, convierte elementos de la vida diaria en imágenes surrealistas por medio de la alteración de la escala y la yuxtaposición de imágenes.
Por ejemplo,
Cámara Oscura, la más famosa de sus series, remite a esta antigua técnica, utilizada desde el siglo XVI por artistas, y retomada como recurso fotográfico por Morell. Así, transforma un ambiente cerrado en una cámara oscura: la escena que transcurre fuera de la habitación, en las calles de la ciudad, se proyecta invertida dentro de ésta, fundiendo de este modo, el espacio exterior con el interior. Del 3/3/09 al 19/4/09 en el Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires.
[+INFO:
http://www.abelardomorell.net
]

abril 06, 2009

74 / Taller de Legos

Aviso: ¡Ya estamos entrenando para el próximo Taller de Legos!
Fecha:
a determinar.
Más información:
buscar en las entradas 26 y 41 de este blog.

abril 04, 2009

73 / Groucho Marx

Más cuestiones derivadas de la clase del martes 31 de marzo: Y, sin duda alguna, más divertidas. 1 :: Caballero, soy un hombre de principios. Pero si no son de su agrado, le ofrezco otros. / 2 :: Antes de criticar a alguien, debes caminar una milla en sus zapatos. Así, cuando lo critiques, estarás a una milla de él y tendrás sus zapatos. / 3 :: No sería socio de un club que me aceptara a mí como socio. / 4 :: Señorita, he pasado una noche maravillosa. No ha sido ésta. / 5 :: La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnostico falso y aplicar después los remedios equivocados. / 6 :: Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.

72 / La belleza interior x Satre Stuelke

Satre Suelke (44) es un artista neoyorquino que elabora su obra a partir de tomografías computadas de pequeños objetos como juguetes o celulares. Según sus propias palabras el trabajo “permite a los espectadores diagnosticar objetos de uso cotidiano”. Entre los resultados es posible observar una Barbie con cabello naranja intenso y un iPhone esquelético con una vertiginosa variedad de conexiones que lo asemejan a una ciudad fantástica. Interesante.
+ INFO: http://www.radiologyart.com/

71 / Roland Barthes y la escritura japonesa

Derivaciones de la clase del martes 31 de marzo: encontramos un hermoso texto de Roland Barthes que —en El Imperio de los signosilumina un aspecto esencial de la escritura japonesa: “el placer del papel y de la mano, el peso del brazo apoyado sobre la mesa. La escritura, que parte del gesto que la crea”. En unos días estará subido el texto completo a la sección Lecturas de MW/web (junto a un trabajo de François Cheng sobre la caligrafía china).

“En la escritura japonesa, el trazo, al excluir la tachadura o la corrección (pues el carácter es trazado
alla prima) hace inútil la invención de la goma o de cualquiera de sus sustitutos. Todo el repertorio de instrumentos está gobernado por la paradoja de una escritura irreversible y frágil, que es contradictoria y simultáneamente, incisión y deslizamiento: mil tipos de papel, muchos de los cuales dejan adivinar, por su textura granular de paja clara, molida y salpicada de pequeñas briznas, su origen herbáceo. En cuanto al pincel (pasado sobre la barra de tinta ligeramente humedecida), tiene sus propios gestos, como si de un dedo se tratara; mientras que nuestras antiguas plumas no podían hacer otra cosa que aplastarse contra el papel o limitarse a rozarlo, arañándolo siempre en la misma dirección, el pincel se puede deslizar, torcerse, elevarse, desarrollando el trazo, por decir así, en el seno del aire, tiene la flexibilidad carnal, lúbrica, de la mano. El rotulador, de origen japonés, ha tomado el relevo del pincel: este útil no es un perfeccionamiento de la pluma (de acero o de cartílago), sino del pincel con el que se trazaban los ideogramas. Este pensamiento gráfico al que reenvía toda la papelería japonesa (en cada gran almacén hay un escribano público que traza, sobre largos sobres orlados de rojo, la dirección de los regalos en caracteres verticales) reaparece, paradójicamente (al menos para nosotros), hasta en la máquina de escribir; mientras que la nuestra se apresura a transformar la escritura en un producto mercantil, preeditando de este modo el texto en el momento mismo de escribir, la de ellos, por su gran número de caracteres no alineados en letras dispuestas sobre un único frente impresor, sino colocados a lo largo y ancho de un tambor, apela al dibujo, a la marquetería ideográfica dispersa por toda la página, en una palabra, al espacio; la máquina prolonga, así, al menos virtualmente, un arte gráfico verdadero que no sería el del simple trabajo estético sobre la letra aislada, sino abolición del signo, su vigorosa puesta en fuga en todas las direcciones de la página.”

marzo 24, 2009

70 / Marzo 2005. Marzo 2009

Nubes de palabras gastadas, ¿qué lluvia van a dar? Elías Canetti

En marzo del año 2005 —varios meses antes de las elecciones generales de la FADU de ese año—, leí un texto que recientemente recuperé y que transcribo más abajo. Me sorprendió su vigencia: tengo la sensación de que parecemos condenados —a pocos meses de una nueva elección de autoridades— a repetir la historia del relato, una historia atravesada por la imprevisión, la provisionalidad, la desidia y, como siempre, por intereses no confesados. Es muy triste saber que el propio poder político —un poder impotente— es el que contribuye a perpetuar esa historia. Hoy, la “vida en tiendas” del cuento en cuestión se ha instalado en nuestro paisaje cotidiano. Seguimos observando como nuestra facultad se degrada aceleradamente. Y si bien los actores no son exactamente los mismos, escuchar en estudiantes, graduados y profesores las mismas palabras que cuatro años atrás sólo consigue hace resonar en mi mente el aforismo de Canetti (un Nobel al que los argentinos deberíamos leer mucho más) que encabeza estas líneas.

En aquella oportunidad leí el texto en la clase inaugural del curso. Pienso volver a hacerlo en pocos días más, con la esperanza de que llegue el día en el que hacerlo no tenga ya sentido. Sí creo que, por ahora, es oportuno leerlas nuevamente:

Recuerdo a veces una historia que oí hace mucho tiempo y de la que sólo permanecen fragmentos en mi memoria. La historia trata de un grupo de personas que vivían en un gran palacio. Durante una guerra, el palacio se quemó y el grupo de sus antiguos ocupantes tuvo que guarecerse en tiendas. Se instalaron más o menos bien en la ciudad de tiendas y al principio se sintieron casi satisfechos porque los más viejos les dijeron que las tiendas eran sólo un alojamiento provisional; esperarían la ocasión de reconstruir el palacio destrozado por la guerra. Continuaron viviendo en las tiendas mientras los jóvenes envejecían. Creció una nueva generación, que preguntó a los más viejos: “¿Por qué hemos de vivir en tiendas? Podríamos construirnos aquí mismo una casa nueva”. “No —contestaron los viejos—. Si nos construimos aquí una casa nueva y modesta, perderemos la ocasión de reconstruir el antiguo y hermoso palacio”. Y así siguieron viviendo en tiendas generación tras generación. Celebraron el 40 aniversario del levantamiento de la ciudad de tiendas, luego el 50, el 60 y el 75. Los jóvenes preguntaban siempre: “¿Por qué no podemos construir una casa nueva y sólida en vez de la ciudad de tiendas?”. Y los ancianos respondían siempre: “No. Si construimos algo nuevo, perderemos el derecho a levantar un palacio sobre las ruinas quemadas del antiguo”. Y así esperaron generación tras generación el día en que pudieran reconstruir el viejo y magnífico palacio.

El relato es de Norbert Elias —influyente pensador europeo fallecido en 1990—. Y lo acerco porque tengo muchas veces la sensación de que sería muy bueno para nuestra Facultad darse cuenta de que poco a poco se ha convertido, de hecho, en una institución realmente distinta de aquella que pensaron quienes iniciaron la tarea de construirla hace más de cincuenta años, que posee sus propias tradiciones y una identidad compartida a través del diario esfuerzo de miles de personas. Sólo si comprendemos esto podríamos iniciar una serie de tareas que resultan difíciles o imposibles de llevar a cabo mientras sigamos viviendo como en un campamento de tiendas provisorias.

Hay muchas cosas que hacer. Es hora de hacerlas. Las dificultades son enormes. Sin embargo —eso es lo sorprendente— muchas veces las cosas son más sencillas de lo que parecen. Y si no lo son, nos resultarían más sencillas cuando hay sensibilidad y capacidad para comprenderlas y actuar en consecuencia. Cuando hay convicción de todos los actores, ¿qué es lo que queda como resto?: la tarea. Los resultados llegarán sólo si trabajamos. Dice el poeta Guillermo Saavedra: la forma, el silencio. La voz, inútil. / W.