septiembre 10, 2011

117 / Ligeti y Wehinger. Música visual.















En relación a Microformas —el último trabajo del curso 2011 de Morfología— sugerimos una serie de fuentes interesantes para analizar la interacción entre espacio y tiempo. Esta entrada se encuentra directamente relacionada con la práctica del martes próximo (13 de septiembre).

Györgi Ligeti fue uno de los más importantes compositores de la segunda parte del siglo XX. Ligeti compuso Artikulation en 1958 y la grabó en una radio de Colonia (Alemania). Cabe destacar que esta obra es muy anterior al desarrollo de los sintetizadores analógicos modernos de finales de los 60 y principios de los 70. Las fuentes sonoras que usa el compositor son combinaciones de sonidos generados en el momento y manipulaciones de casettes.

 Artikulation se compuso 20 años antes del estreno de La Guerra de las Galaxias. No podemos encontrar pruebas de que Ben Burtt, el diseñador de sonido de Lucas, se inspirase directamente en esta pieza. Es sabido que usó un ARP 2600 y algunos sonidos acústicos para R2D2, pero resulta difícil imaginar que se le ocurrieran esos sonidos sin escuchar Artikulation.
En las notas de la partitura, Ligeti ofrece una explicación de lo que está pasando en la música: “La pieza se llama Artikulation porque articula un lenguaje artificial: pregunta y respuesta, voces agudas y graves, diálogos políglotas e interrupciones, estallidos impulsivos y humor, carbonizaciones y susurros”.
Doce años después de que Ligeti grabase la pieza, Rainer Wehinger creó una “partitura aural” para ella. Para desarrollar la partitura, Wehinger usó una línea de tiempo dividida en segundos, y formas y colores en lugar de notas sobre un pentagrama. Utilizó puntos para los impulsos y peines para el ruido. Además usó diferentes colores para representar las variaciones de timbre y tono.
Notas sobre Ligeti y Wehinger (de un compositor del que no conseguí data): “Mi primera introducción a las partituras fue en clase de notación musical. Éramos tres alumnos y un profesor en un aula grande, analizando varias partituras semana tras semana. Estudiamos las reglas tradicionales de la notación occidental y nos pedía que usásemos plumas de caligrafía para desarrollar nuestras habilidades de copiado. Nuestras claves de sol tenían que tener buen aspecto y nuestras plicas la longitud correcta. Pero también exploramos la notación no tradicional del siglo XX, y esta partitura se destacaba porque su sistema único está perfectamente pensado y porque para comprenderla no resulta necesario aprender música”. [Fuente: http://musicavisual.blogspot.com]