abril 02, 2008
16 / Smith
Una publicación digital aspira a revolucionar la biografía literaria con su dinámico proyecto de contar vidas enteras en tan sólo seis palabras. La propuesta ha dado como resultado un libro, que se llama Not quite what I was planning, que quiere decir algo así como “No es exactamente lo que esperaba” y que, hay que decirlo, es un gran título: apropiado para la autobiografla de casi cualquiera. El volumen en cuestión es una serie de historias “reales” condensadas, rigurosamente, en seis vocablos, ni uno más ni uno menos. Y ya se la comenta como “un nuevo fenómeno editorial” en Estados Unidos, al punto de estar en las listas de best-sellers del momento. Suena a chiste o a despropósito, pero el asunto tiene su historia: en el principio fue una apuesta. Según la leyenda, alguna vez, dado a escribir un relato en tan pocas palabras, Ernest Hemingway habría ofrecido: “Oferta: zapatos de bebé, sin uso”. Basándose en aquella anécdota, a fines de los 2006, la revista online Smith, bajo el slogan “todo el mundo tiene una historia”, convocó a sus lectores a que contaran susu vidas en seis palabras. Los mejores textos serían publicados en esta flamante compilación. Dice el editor de la revista, Larry Smith: “A mucha gente le agarra pánico frente a la hoja o la pantalla en blanco. Pero la idea de reducir toda tu vida a la esencia, a tan pocas palabras, no digo que no sea difícil, pero ya no da tanto miedo”. En pocas semanas, Smith estaba recibiendo 500 biografías al día: seis palabras cada tres minutos. El sitio de la revista colapsó, con las memoirs de los entusiastas participantes, que las acompañaban con dibujos y fotos. No todos tenía el tono y registro de clasificado de búsqueda de empleo que primó en muchos casos. También hubo relatos fulminantes como “Azotado con cáncer. Bendecido con amigos” (enviado por un nene de nueve años). Muchas biografías, dice Smith, tienen el aspecto inequívoco del comienzo de una novela: “Ellos llamaron. Yo contesté. Número equivocado”, “Mamá huyó. ¡Vovió! Huyó. ¡Reconciliación! Cáncer”. “Mi bebé se llamaba Sydney Jane”; “Sí, tú puedes editar esta biografía” (¡del fundador de Wikipedia, Jimmy Wales). Y en la gran mayoría se detectan presencias recurrentes: los padres (“Mi madre muerta observa. Seré bueno”) y la fe, con historias como “Dios, dame paciencia. Que sea ya”, y la que cierra rotundamente el libro: “En la séptima palabra, él descansó”.
Lo bueno (y lo malo) si breve...
[Del suplemento Radar , Página /12, Buenos Aires, 30.3.08]
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