septiembre 07, 2009

93 / Dice Cippolini, sobre ’Patafísica

Heredero de patafísicos pioneros, como Eva García, Juan Esteban Fassio, Albano Rodríguez y Jesús Borrego Gil, el escritor y curador Rafael Cippolini es Nababo del Longevo Instituto de Altos Estudios Patafísicos de Buenos Aires. Editó y anotó la antología Patafísica. Epítomes, recetas, instrumentos y lecciones de aparato (Caja Negra, 2009), y organiza las Jornadas Patafísicas Universales que se celebrarán en Buenos Aires entre el 10 y el 24 de setiembre (con charlas de Thieri Foulc y Carlos Grassa Toro, entre otros). “Las jornadas universales –se anuncia– son otro capítulo de una extensa e imparable aventura”.

—¿Se puede hablar de una patafísica viva, actual, más allá de retrospectivas o remedos de vanguardia de otro siglo?

—La pregunta es una preciosa trampa: ¿puede existir algo más actual que el Colegio de 'Patafísica cuando no conocemos nada más patafísico que la actualidad? Fassio nos enseñó que "leer los diarios es un deber patafísico". Leo en el sitio de la BBC: 1) El Parque de Thorpe, del condado de Surrey (Inglaterra), prohibió levantar los brazos a los usuarios de la montaña rusa por temor a los olores; 2) En un viaje de la compañía Egypt Air procedente de Abu Dabi los viajantes descubrieron que uno de los pasajeros era un cocodrilo bebé; 3) En Suecia cinco mujeres violan a un desprevenido ciclista de 50 años en medio de la ruta. Las vanguardias sólo tienen un interés histórico porque hace mucho que el mundo las digirió por completo.

—¿Coincide en que, en general, para hablar de patafísica se emplea un “lenguaje patafísico”? Y por ende, como si de una broma se tratara, si no se pesca el lenguaje, no se pesca su gracia.

–Amamos el lenguaje con el que nos comunicamos tanto como médicos, futbolistas, astrónomos, mecánicos dentales, criptozoólogos, genetistas, golfistas y periodistas culturales aman sus terminologías y estilos. Por otra parte, las escasas bromas que conozco de golfistas y mecánicos dentales no me resultan demasiado divertidas. Bueno, puede que a veces sí. Pero sin duda sigo prefiriendo a la 'Patafísica. Al fin de cuentas, Jean-Hughes Sainmont nos enseñó que ésta nada tiene que ver ni con el humor ni con las iniciaciones.


—Richard Rorty, hablando sobre Jacques Derrida, observó que el problema no son sus juegos de palabras (que son divertidos) o sus palabras mágicas (que son potentes), sino “que el tono de urgencia que las rodea está fuera de lugar”. La patafísica no parece rodeada de este tono de urgencia. ¿Esto la diferencia de movimientos análogos, como el surrealismo?


—En varias oportunidades Tomás Maldonado se refirió a Derrida como a un escritor cómico. No sé si estoy de acuerdo en esto, pero sí en la imputación de la falta de urgencia. Sin ir más lejos, a quienes lucen una jerarquía patafísica tan alta como los Proveedores se les denomina serenísimos. El Trascendente Sátrapa Jean Baudrillard lo sabía cuando declaró que "la 'Patafísica es la más alta tentación del espíritu". Pero no entiendo la analogía con el surrealismo. Los surrealistas buscaban transformar el mundo. Un patafísico jamás se ocuparía de algo así. Por otra parte, es fácil describir al surrealismo como una estética. Inútil decir lo mismo de la 'Patafísica. De hecho está más acá y más allá. Y en cualquier otro sitio.


—Casi todos los movimientos de vanguardia del siglo XX podrían adscribirse a algún tipo de programa político más o menos institucionalizado. ¿Cuál sería –de haberlo– el de la patafísica?


—El Colegio de 'Patafísica jamás fue un movimiento de vanguardia y mucho menos se propuso conquistar el mundo. Ni ningún otro planeta. Simplemente porque el mundo y todos los planetas que conocemos (y los que no) son patafísicos por definición. Es más, la misma noción de política es subsidiaria de la de 'Patafísica. ¿O acaso los políticos no proponen sólo soluciones imaginarias?


—Usted escribió: “La 'Patafísica ya existía en la era de las cavernas”. ¿Por qué?


—No conozco ningún argumento serio que pruebe lo contrario. Digamos que conocemos dos posiciones. Una insiste en que un epifenómeno sólo existe cuando alguien lo descubre. Otra propone que existe siempre y de todas maneras aunque no nos demos por enterados. Los patafísicos adscribimos a esta segunda opción. Jarry se limitó a manifestar aquello que era por demás evidente: la 'Patafísica estuvo ahí cuando el hombre se rascó por primera vez la cabeza. Lástima que no nos acordemos. ¿O sí?


—André Breton observó que el acto surrealista definitivo era bajar a la calle, revólver en mano, y disparar al azar a la multitud. ¿Cuál sería el acto patafísico definitivo?


—En lo único en que se parecen la 'Patafísica y el surrealismo es en que nada tienen que ver entre sí, aunque algunos patafísicos históricos hayan pasado por el surrealismo. Es cierto que Breton tomó prestada de Jarry la idea de contemporanizar mediante un revólver (es por demás célebre la alianza de Jarry con su revólver), pero eso tampoco lo vuelve patafísico ni mucho menos. No se trata de ser tan drásticos. A modo personal prefiero (infinitamente) la última voluntad del autor de
Ubú rey: pedir un escarbadientes en el lecho de muerte. La civilidad resulta invariablemente más cariñosa y reposada.

[Entrevista de Marcelo Pisarro en ñ, 5/9/2009. En la imagen: Alfred Jarry]

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